TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un pleito entre pandillas y una casa de “interés” son las hipótesis que se manejan sobre las causas de la muerte de los cinco jóvenes que realizaban una mudanza desde la Residencial Honduras hacia la colonia Mirador de Oriente.
Según el Secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, Roger Alberto Coleman Dempster y su pareja Annie Rachel Villatoro “se estaban mudando a una casa que era de interés de la Pandilla 18”.
Asimismo, detalló que la pareja y sus tres amigos, quienes les ayudaban a trasladar sus pertenencias la noche del domingo 23 de junio, fueron amenazados, amedrentados y raptados por los pandilleros.
Por su parte, el director de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), el comisionado Eduardo Turcios, la persona que le arrendó la vivienda a la joven pareja, no les informó que había tenido problemas con la Pandilla 18.
“Hubo un desplazamiento de un propietario de un bien, pues lo arrendó a estas personas y ahí fue donde los privaron de su libertad y luego ejecutaron este vil crimen contra estos ciudadanos que se encontraban en ese momento departiendo, que acababan de hacer su traslado a esa colonia”, informó Turcios.
Aseguró que en la colonia Mirador de Oriente predomina la Pandilla 18 y por parte del arrendatario “no hubo esa comunicación. Hemos abordado al propietario de la vivienda y cuando arrendaron la viviendo no manifestó eso”.
Según conoció EL HERALDO, Coleman había encontrado la vivienda a través de Market Place de Facebook y había considerado que se trataba de una “ganga”, pues no le pidieron depósito.
El director de la DPI informó que serán los fiscales lo que harán las valoraciones y sabrán si se toman acciones judiciales “referente a este tipo de conducta por parte de la persona que arrendó esta vivienda”.
De igual forma, aseguró que “hay suficientes elementos técnicos y científicos, además de carga probatoria, para confirmar que este es un problema de pandillas”.
Hallazgo de cadáveres
Después de seis días de angustia, misterio y dudas, las autoridades de Seguridad confirmaron que en un sector de difícil acceso entre Tatumbla y El Zamorano se encontraron sin vida a Roger Alberto Coleman (24) y su pareja Annie Rachel Villatoro (30), Kenneth Gabriel Cruz (20), Alejandro Enrique Aceituno (26) y Elvis Josías Izaguirre (20).
Hasta ahí habrían llegado luego de capturar a cinco pandilleros a los que se les encontró la llave del vehículo que los jóvenes habrían usado para trasladar sus enseres. Tras interrogarlos, habrían revelado dónde dejaron sus cuerpos.
Los primeros en ser hallados en la zona en la que no hay ni señal de telefonía fueron la pareja Coleman-Villatoro, a una hora más caminando estaban los cadáveres de otros dos jóvenes, que hasta el momento no han sido identificados por el estado en que estaban los cuerpos.
Los cadáveres, según reportó Juan Sabillón, portavoz de la DPI, no estaban enterrados, por lo que solamente fueron ejecutados en esa zona y dejados ahí.
Hasta el momento solo se ha encontrado los cuerpos de cuatro de los cinco jóvenes, sin embargo, las autoridades afirman que las probabilidades de que el quinto joven esté sin vida son altas.
Gustavo Sánchez manifestó que aunque será Medicina Forense los que determinarán cuándo murieron los jóvenes, no descartan que hayan sido ejecutados la misma noche que fueron reportados como desaparecidos por sus familiares.
Pandilleros detenidos
El lunes 24 de junio, horas después de que los cinco jóvenes desaparecieran cuando realizaban el segundo viaje de su mudanza, la Policía Nacional capturó a cinco integrantes de la Pandilla 18 cerca del lugar donde se encontraron los cuerpos.
Los detenidos fueron identificados como Carlos Humberto Sánchez García, José Arturo Hernández Rodríguez, Luis Alfredo Chirinos, Elva Dolores Irias y Digna Raquel Juárez Salgado; con domicilios en la colonia Villa Nueva y Pinares de Oriente.
En la captura, a los pandilleros se les decomisaron varios objetos, entre ellos la llave del carro blanco que Coleman había pedido prestado para trasladar sus pertenencias hacia la que pensó sería su nueva casa.
Además, se les decomisó un teléfono celular que sería propiedad de uno de los jóvenes raptados.
Según las autoridades, hay suficientes cargas probatorias para iniciar un proceso judicial en su contra.