TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El abogado penalista Iván Martínez, un escolta policial y un albañil estuvieron a punto de perder la vida tras sufrir un atentado criminal a las 10:00 de la mañana del lunes en la calle principal de la colonia América, al sur de la capital.
El profesional del derecho había salido de su vivienda a bordo de una camioneta Prado, color gris, sin placas, cuando a escasos metros fue interceptado por criminales que le dispararon en al menos 30 oportunidades y luego se dieron a la fuga.
La ráfaga de disparos de armas automáticas se extendió durante dos minutos porque al parecer la seguridad del abogado pudo repeler el ataque, de acuerdo con el relato de los vecinos, quienes reaccionaron asombrados por el tiroteo.
Luego del tiroteo, Martínez y los otros dos muchachos fueron trasladados a un centro asistencial privado.
El informe preliminar de las autoridades policiales establece que el abogado Iván Adán Martínez recibió un roce de bala en la cabeza, pero su condición es estable y uno de sus acompañantes, un funcionario policial identificado como Froylán Machado, asignado a su seguridad, sufrió una herida de bala en el brazo izquierdo, por lo que fue intervenido quirúrgicamente para extraer el proyectil.
En tanto, la tercera víctima, un albañil de nombre José Baquedano y quien realizaba trabajos en la residencia del abogado Martínez, también recibió una herida leve y se encuentra fuera de peligro.
Equipos de la Dirección Policial de Investigaciones levantaron evidencias; videos de más de 20 cámaras de seguridad de la zona, testimonios y ojivas de bala que están relacionadas con el atentado criminal.
Mientras que la lujosa camioneta en la que se transportaban las víctimas presentaba disparos en los vidrios de las puertas del conductor, vidrio frontal y ventanas de los pasajeros.
El vehículo fue trasladado al estacionamiento de la DPI para someterlo a pruebas de luminol. La principal hipótesis de los agentes de la DPI señala que el ataque fue perpetrado por integrantes del crimen organizado.
La tesis de los investigadores se fundamenta en que en 2018, a solicitud de la Fiscalía, se le otorgó a Martínez y a su esposa, la abogada Rosa Helena Bonilla, medidas de protección para salvaguardar su integridad por las fuertes amenazas que recibieron de cabecillas del crimen organizado que se encuentran recluidos en un centro penal del país.
Martínez fue parte del cuerpo de abogados en el proceso de extradición del expresidente Juan Orlando Hernández. Asimismo, defendió a implicados en el saqueo del Seguro Social, el caso Pandora y socios de Los Cachiros.
