Un operativo de rutina en el módulo Escorpión, que alberga a 149 miembros de la Mara 18 en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, dejó como resultado el decomiso de armas cortantes, drogas y otros artículos de uso prohibido.
A primeras horas de la mañana varios policías penitenciarios ingresaron al recinto donde realizaron un registro riguroso orientado a decomisar objetos de uso prohibido que los privados de libertad tienen en su poder, así como a verificar que todo estuviera en orden.
Después de varios minutos de inspección en los dormitorios, los agentes incautaron 112 carrucos, más otras cantidades pequeñas de marihuana, y 78 piedras, lo que pone al descubierto la vulnerabilidad de la vigilancia en la aduana del reclusorio.
También decomisaron 16 piezas de ropa íntima y dos pares de zapatos de mujer, uno de tacón alto y el otro tipo sandalia, según confirmaron las autoridades carcelarias.
Los policías encontraron un bote que contenía tres litros de gasolina, tres cuchillos de cocina, un teléfono celular BlackBerry nuevo en su respectivo estuche, un lazo de mezcal, un gorro negro y 13 baterías de celular, entre otros.
Como ocurre en todas las operaciones de registro, las armas cortantes de fabricación casera y las bebidas no pudieron faltar, ya que los agentes decomisaron una cantidad considerable.
Operativo de rutina
El director del principal centro penitenciario, subcomisario Marvin Rajo, confirmó que se trató de un operativo de rutina para verificar que los internos estén todos en el módulo, pero que se aprovechó la situación para realizar un registro.
Las acciones seguirán en los otros módulos del reclusorio con el fin de evitar la circulación de drogas, así como la tenencia de armas y otros objetos prohibidos, según reveló otra fuente policial.
Agentes de la Sección de Inspecciones Oculares de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) se presentaron al lugar a recoger las evidencias y las trasladaron a las instalaciones del cuerpo policial.
Se supo que unidades de inteligencia realizan investigaciones encubiertas con el fin de identificar a los responsables del ingreso de drogas y otros artículos.
El registro se realizó unos días
después
de que la
policía
penitenciaria junto a las autoridades del Centro de Internamiento para Menores Renacer, efectuaran uno similar en el
pabellón de los
menores miembros de la pandilla “18”, donde descubrieron explosivos C-4 y armas corto punzantes.