Un estudiante de agronomía murió a causa de una descarga eléctrica al interior de una cuartería en el barrio El Espino de la ciudad de Catacamas, Olancho, al oriente de Honduras.
El joven, identificado como Moisés García Amador, originario de Choluteca, cursaba el segundo año Ingeniería Agronómica en la Universidad Nacional de Agricultura (UNA).
Testigos del incidente informaron que García se encontraba reparando un ventilador en uno de los locales que alquila la universidad para albergar a los alumnos; pero no se percató de que el aparato estaba conectado al tomacorriente y pretendió cortar un cable con los dientes.
Aunque fue trasladado de inmediato al centro asistencial por una ambulancia de la Cruz Roja, no fue posible salvarle la vida.
Según el informe del personal médico de la clínica de emergencias de la universidad, el muchacho falleció de forma instantánea y fue imposible salvarlo a pesar de aplicar los métodos de resucitación correspondientes.
'Lastimosamente el paciente venía ya sin signos vitales, pero como es lo legal, teníamos que luchar a ver si con maniobras de resucitación cardiopulmonar podíamos devolver (la vida); pero ya se declaró fallecido a las 12:55 de la tarde', dijo el doctor Carlos Antonio Ponce.
El galeno explicó que debido al nivel de atención, luego de los 15 minutos es prácticamente imposible recuperar la vida de un paciente.
El pasado 11 de julio, un obrero que realizaba labores de reparación en el Seminario Mayor, al sur de la capital de Honduras, tocó por accidente una línea de alta tensión y falleció producto de la descarga eléctrica.
Un mes antes, en Cantarranas, un joven que maniobraba un transformador en una propiedad privada de dicha comunidad, fue alcanzado por un cable de alta tensión y pereció de forma inmediata.