ROATÁN, ISLAS DE LA BAHÍA.- Daniela Cruz Romero, expareja de Gabriel Bodden, una de las víctimas de la masacre registrada el pasado viernes -23 de agosto- en Roatán, Islas de la Bahía, aclaró que no está involucrada en el crimen que dejó cuatro fallecidos.
Romero explicó que el problema con Bodden radicaban en la falta de manutención de los hijos que procrearon después de más de ocho años de relación sentimental.
“Yo no tengo nada que ver en esto, yo estoy así también pensando ¿qué pasó?, ¿qué está pasando con él?, ¿por qué le hicieron esto?, porque yo no tengo nada que ver con eso que le pasó a él, mis problemas, que yo tenía con él era porque él no me ayudaba con los niños, pero todo eso estaba en manos de la ley, él me tenía firmando yo seguía firmando, estoy igual en shock.”, declaró Romero.
Del mismo modo, la joven aseguró que no le “deseaba el mal” a su expareja y lo único que le pedía era apoyo como padre de sus hijos debido a problemas económicos que estaba atravesando.
“Yo jamás hubiera deseado un mal porque yo más bien andaba pidiéndole ayuda a los juzgados al Ministerio Público para que lo obligaran a él a ser responsable, para que él me ayudara con los niños porque yo tengo mis hijos y me estaban desalojando del apartamento, no tenía dónde ir, estoy más bien de arrimada en casa de una amiga mía y yo lo único que quería que las autoridades lo obligaran y a él como padre de mis hijos a que me ayudara, a que me apoyara con los niños, pero yo no tengo nada que ver en eso”, agregó.
Del mismo modo, lamentó la muerte de su expareja y pidió a las autoridades que investiguen el caso para que no quede impune.
“Yo estoy lamento mucho porque era el papá de mis hijos y yo conviví tantos años con él, pero igual que las autoridades de la Policía haga su trabajo y que investiguen bien, porque yo no tengo nada que ver en esto tres niños”,
Denuncia de Bodden a su expareja
La primera denuncia ocurrió hace aproximadamente un año, cuando la mujer, de quien no se conoce su identidad, le hirió la cara, dejándole una notable cicatriz.
La segunda denuncia fue apenas hace dos meses, por hostigamiento hacia él y hacia sus inquilinos.
Esta denuncia fue hecha incluso ante un medio de comunicación y tras la masacre donde el joven fue asesinado, los usuarios de Internet han sacado a la luz nuevamente la entrevista que se realizó el 4 de junio de este 2024.
De acuerdo con lo que contó el hombre al medio RHC, después de la muerte de su madre de crianza él quedó a cargo de una casa, la cual estaba ocupada por inquilinos.
El joven dijo que desde que se separó de su expareja ella no dejaba de llegar a hostigarlo y molestar a sus inquilinos.
“Ella ha estado yendo allá a molestar a mis inquilinos, entonces los inquilinos me están llamando a mí para ponerme quejas”, contó en ese momento.
Esto lo orilló a denunciarla ante los Juzgados de Paz de Roatán. Asimismo, detalló que el fiscal que llevaba su caso le había asegurado que la mujer no volvería a molestarlo, que dejara de preocuparse.
“Me andaba buscando la policía para entregarme una cita de los jugados de paz, de violencia doméstica, yo ya no estoy con esta mujer, yo ya no tengo ninguna comunicación con ella, la única forma en que me puede citar a mi en los juzgados es por mis hijos”, mencionó en ese momento, y además aseguró que él tenía la custodia de los menores, pero debido a su trabajo como marinero, su madre era quien los cuidaba.
Pero cuando su expareja se enteró de eso, ella fue a quitárselos a su madre.
“A mi expareja nunca la metieron presa, solo iba a los juzgados a firmar. Yo le mandaba el dinero a la mamá de ella para no relacionarme con la progenitora de mis hijos”, dijo Bodden hace dos meses, quien también denunció que había sido golpeado.
¿Cómo ocurrió el masacre?
La masacre en Roatán ocurrió la noche del viernes 23 de agosto de 2024, en el sector de Dixon Cove.
Cuatro personas fueron asesinadas dentro de un salón de belleza: Gabriel Bodden, sus hermanas Keydi y Kenisha Bodden, y Zoany Sarmiento.
El ataque fue perpetrado por dos hombres armados que irrumpieron en el salón de belleza y dispararon a quemarropa.
Las autoridades continúan investigando y aún no han realizado capturas y ofrecen 300 mil lempiras de recompensa para quien brinde información sobre el paradero del autor o autores.