TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un atroz crimen se registró la noche del domingo a inmediaciones del bulevar Juan Pablo II de la capital.
José Francisco Romero Padilla, de 37 años de edad, fue asesinado a golpes en la cabeza con una piedra por una persona no identificada.
María Antonia Padilla, madre de la víctima, comentó que la semana pasada le dijo que no anduviera en la calle y que se fuera para la casa, “pero no hizo caso”.
“A mí me avisaron como a las 9:00 de la noche del domingo que me habían matado a mi hijo y me vine desde arriba de la Nueva Capital, pues mi hijo vivía en la calle”, lamentó la acongojada madre.
El cuerpo de José Francisco Romero fue ingresado a la morgue de Medicina Forense y entregado a los familiares.
Issa Alvarado, vocera de Medicina Forense, detalló que el cadáver fue ingresado en calidad de desconocido debido a que no portaba documentos personales”.
Además, comentó que la causa de muerte fue por heridas con objeto contuso.
El subcomisario de Policía Juan Sabillón, vocero de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), explicó que el responsable del crimen fue capturado y será remitido a un centro asistencial para determinar si padece de problemas mentales”.
El oficial aseguró que la persona capturada tiene antecedentes penales por el delito de homicidio, pues el año anterior también asesinó a otra persona en el mismo sector.
El detenido está como sospechoso de haber cometido el homicidio, por lo que será puesto a la orden del Ministerio Público”, dijo el oficial.
Por su parte, Javier Uclés, especialista en psiquiatría, es del criterio que “esta es una persona altamente peligrosa, por lo que debe estar aislado en caso de que se le encuentre culpable de haber cometido el homicidio”.
“Esta persona que cometió el asesinato debe estar detenida, ir a la cárcel, porque si es ingresada a un centro asistencial, puede cometer otro hecho similar”, enfatizó Uclés.
El psiquiatra dio a conocer que “este tipo de hechos que cometen personas con trastornos mentales no son nuevos y que en la mayoría los participantes de los mismos son indigentes, alcohólicos o resistoleros, que han sido abandonados por los familiares y viven en la calle”.
”Cuando un individuo comete un crimen como el que ocurrió en el bulevar Juan Pablo II es porque anda drogado, por el consumo de alcohol y no tienen control de sus emociones”, destacó.
Javier Uclés recomienda a las autoridades que personas que tienen comportamientos similares sean atendidas en espacios adecuados para evitar que se sigan cometiendo este tipo de incidentes que enlutan a las familias.
“No es posible que una persona que ya tiene antecedentes de haber cometido un crimen ande tranquilamente en la calle, eso se vuelve un grave problemas debido a que otros se encuentran indefensos”, concluyó Javier Uclés.
