Salieron desde Cartagena, Colombia, con la misión de entregar el “encargo”, que venía camuflado en medio de trozos de madera.
El transbordo marítimo realizado en Medellín salió a la perfección y, sin contratiempos, el cargamento atravesó las costas centroamericanas hasta llegar a Puerto Cortés, Honduras, abordo del barco Pinara, sin embargo, una acción policial evitó que coronaran la operación.
Este lunes, pasadas las 5:00 de la tarde, la Policía hondureña identificó cuatro contenedores cargados de madera que en su interior traían un polvo blanco, supuesta cocaína.
La detección fue lograda gracias a un intercambio de información entre la Policía Nacional de Colombia y la Policía Nacional hondureña, que en coordinación con la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC)y unidades de inteligencia inspeccionaron los contenedores.
El comisario Jorge Alberto Rodríguez, portavoz de la Policía Nacional en el norte del país, explicó que los cuatro contenedores fueron bajados del barco para ser analizados.
“En uno de los primeros contenedores que se ha inspeccionado se ha encontrado en medio de la madera un polvo blanco que supuestamente es cocaína, no obstante, serán los médicos forenses los que dirán de qué se trata este polvo, que aparentemente se trata de cocaína”, manifestó Rodríguez.
“Es lo que conocemos como un cartón al que le hicieron un canal y el canal está pegado a una regla pequeña, esto constituye prácticamente un transbordo”, agregó. Posteriormente, en un boletín, la Policía Nacional especificó que cada contenedor tenía 3,200 trozos de madera con un peso de 24,675 kilogramos.
Hasta ayer, los agentes policiales desconocían el rumbo que la droga tomaría después de llegar a Puerto Cortés, sin embargo, aseguraron que las investigaciones continuarían hasta identificar a quiénes iba dirigido el cargamento.
En julio pasado, la policía incautó varios kilos de supuesta cocaína en un contenedor en la 20 calle del barrio la Guardia de San Pedro Sula, en el norte de Honduras.
La rastra procedía desde Costa Rica y tenía como destino la capital industrial de Honduras.
Un mes antes, otra rastra fue detenida con 378 kilos de cocaína en el bulevar del sur de San Pedro Sula.