TEGUCIGALPA, HONDURAS.- A sólo unos minutos de haberse despedido de su hijo de tres años de edad, una jovencita y su pareja sentimental fueron acribillados a disparos en la capital.
El doble asesinato ocurrió alrededor de las 5:50 de la tarde del sábado en el acceso al primer bloque de la colonia Calpules, al sur de la ciudad.
Las víctimas fueron identificadas como Lurving Jazmín Lanza Flores, de 22 años de edad y Mario Humberto López, de 25 años.
La joven salió de su casa, presuntamente sólo para saludar a su novio que la estaba esperando en la entrada al pasaje donde ella residía en la colonia Calpules.
A los pocos minutos, dos hombres a bordo de una motocicleta -acción que es penada por la ley- se pusieron al par de la pareja y el que viajaba de pasajero sacó un arma y comenzó a dispararles a quemarropa.
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Tras escuchar las fuertes detonaciones de arma de fuego, los vecinos, incluidos los familiares de Lurving, salieron de sus casas y con asombro se encontraron con la sangrienta escena. Lurving quedó boca arriba sobre una rampla que da acceso a la peatonal, mientras que Mario expiró a unos dos metros de distancia y muy cerca de él estaba el casco que portaba.
Una de las hipótesis es que pudo ser para despojar de su motocicleta al joven López, ya que el vehículo de dos ruedas no fue hallado en la escena de muerte. Sin embargo, otra versión señala que su origen podría ser por razones pasionales, en las que estaría vinculado una expareja de la fémina. “Ella estaba conmigo en la casa, de repente salió y yo escuché unos tiros, cuando vine aquí sólo la miré que estaba allí pero mal”, relató el padre de Lurving Lanza.
Manifestó que “puede ser que haya sido el papá del niño (el responsable) porque él vino a traer el niño hoy (sábado), sólo a eso vino, ella no se lo quería prestar”, apuntó.
Las investigaciones iniciaron con el análisis de las cámaras de vigilancia del 911, instaladas en la zona donde se perpetraron los crímenes
