TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una tragedia ocurrió el fin de semana en una aldea del municipio de Ojojona, situado al sur de Francisco Morazán.
El pequeño Andy Josué Martínez Díaz, de un año y medio de edad, jugaba en el patio de la casa de sus familiares cuando de repente fue arrastrado por un caballo, según sus parientes.
De acuerdo a los reportes preliminares, el animal estaba encerrado en un potrero, pero logró salir y comenzó a correr llevando una soga atada al cuello, misma que se habría enredado en el menor y con la cual lo arrastró varios metros.
VEA: Muere una de las víctimas del atentado a bus de Lepaterique
Según los testimonios, los familiares se apresuraron para rescatar al niño, sin embargo, el animal al saberse perseguido corrió todavía más rápido, hasta que finalmente el cuerpecito del pequeño se detuvo en un árbol pero ya sin signos vitales.
Ante el doloroso hecho los parientes del niño llamaron a las autoridades policiales para notificarles lo ocurrido. Los agentes a su vez alertaron al personal forense para que se llevara a cabo el respectivo levantamiento y traslado del cuerpo a la morgue en Tegucigalpa, la capital de Honduras, para que a través de análisis se determinaran las causas del fallecimiento.
La mañana de este lunes, el cuerpo del infante fue retirado por sus acongojados padres y otros seres cercanos, quienes subieron el pequeño ataúd color blanco a la paila de un vehículo y se preparaban para marcharse.
ADEMÁS: “Se reconcilió con el Señor y él será su abogado”: Esposa del extraditable Tokiro Ramírez
El periodista de EL HERALDO les consultó lo ocurrido y el padre, desconsolado y a punto de quebrarse en llanto, solo pudo dar los datos del pequeño Andy.
Horas antes se conoció que el pequeño y su progenitor no vivían en Ojojona sino que se habían trasladado desde Comayagua para visitar a su abuela paterna, sin imaginar el lamentable suceso que ocurriría.
