SIGUATEPEQUE, HONDURAS.- Su amor era tan fuerte que ni la muerte los pudo separar. Ahora, el cielo es testigo de ese irrompible lazo amor entre padre e hija.
Los restos mortales de la pequeña Angie Nataly Ramos Canales (10) y de su padre José Olvin Ramos Canales (30) fueron sepultados el lunes luego de que el pasado domingo murieran aplastados por una pila de postes de madera que eran transportados por una rastra.
En el hecho, otra hija de José Olvin resultó herida.
El hecho ocurrió a eso de las 5:00 de la tarde del domingo en el kilómetro 125 cuando a la rastra se le desprendió una de las cadenas, lo que provocó la caída de los maderos y embistieran al joven padre y sus hijas, mientras esperaban bus a la orilla de la carretera CA-5.
José Olvin y su hija Angie murieron en el lugar mientras que la menor, de 12 años, fue auxiliada por una ambulancia y luego llevada al Hospital Escuela de Tegucigalpa por su estado delicado.
Pesar
Vecinos de José Olvin dijeron que él salió de su casa de habitación la mañana del domingo con sus dos hijas y anduvo visitando a su hermana en la aldea Aguas del Padre de Siguatepeque, pero cuando regresaban ocurrió la tragedia.
Guadalupe Espinoza, vecina de la zona, lamentó la tragedia y con lágrimas en sus ojos dijo que el muchacho era muy querido en su comunidad por ser un hombre trabajador que se dedicaba con esmero a sus hijas.
“Eran personas muy humildes y luchadoras, él solo pasaba trabajando de lo que lo pusiera para llevarle el sustento a sus dos hijas, incluso lavaba ropa ajena para llevarles comida, él crió solo a sus hijas desde muy pequeñas, pues su esposa lo abandonó y se fue a vivir a México”, comentó.
El conductor del camión fue detenido por la Policía.
