TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El asesinato de tres agentes de la Policía Nacional en Colón continúa sin esclarecerse por parte de las autoridades. A más de tres meses del triple homicidio ocurrido el 24 de abril en una finca de la aldea Agua Amarilla, municipio de Trujillo, Colón, donde perdieron la vida el Clase I Jairo Marcelino Posadas Ortiz y los agentes Jonathan Josué Ramos y Juan Carlos Murillo Olivera, se manejan varias hipótesis.
La principal es que “fue entre estructuras criminales que se dedican al tráfico de drogas en las que estarían involucrados agentes de la Policía Nacional”.
Una fuente ligada a los entes de seguridad del Estado confió a EL HERALDO que la muerte de los tres agentes está ligada al tráfico de drogas. “No fue una emboscada, a los policías los asesinaron porque interceptaron a otros agentes que transportaban un cargamento de droga y se negaron a que les hicieran un registro”.
En ese momento, los policías asesinados solicitaron que les dieran parte de la droga o dinero como “coima”, por lo que los uniformados que llevaban el alucinógeno manifestaron que ya habían pagado a otros agentes que estaban en un retén policial en un punto anterior en la ruta.
Los policías que perdieron la vida se resistieron a dejarlos pasar y fue en ese momento que los colegas que llevaban la droga los bajaron de la patrulla en la que se transportaban, los colocaron boca abajo y los asesinaron a balazos.
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El reporte oficial
El día en que ocurrió el triple asesinato, las autoridades de Seguridad dieron a conocer que los tres miembros de la institución policial habían perdido la vida en una emboscada.
La droga era trasladada desde Colón hasta Tegucigalpa, pero a raíz del asesinato de los tres miembros de la Policía Nacional se desconoce si fue enviada a otro sector del país.
La versión de las autoridades policiales sobre las diligencias operativas que realizaban los tres agentes policiales en la zona al momento de ser abatidos a disparos es que iban en camino a suministrar combustible a la radiopatrulla, pues aunque la unidad estaba asignada a zonas de Trujillo, por orden de la Secretaría de Seguridad se abastecen de combustible en Tocoa.
Supuestamente cuando regresaban de Tocoa recibieron una denuncia de un carro sospechoso y se desviaron a atenderla a la comunidad de Agua Amarilla, donde encontraron el pick up rojo y le dieron persecución hasta una calle de terracería en medio de fincas de palma.
En esa zona, según la versión policial, los policías fueron emboscados por el grupo de sujetos que andaban en un pick up rojo doble cabina y placas HAI 1931.
La trayectoria balística durante la reconstrucción de los hechos coincidía con esa versión, pues los sujetos le dispararon a la patrulla que tenía 57 perforaciones de bala.
Después de los asesinatos la Policía identificó a la dueña del pick up color rojo por las placas HAI 1931, quien es una mujer residente en Tocoa. El carro lo andaba su hijo, un supuesto integrante de un grupo delictivo que opera en las zonas del Bajo Aguán y Tocoa.
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Horas no coinciden
Los jefes policiales aseguraron la que patrulla venía de Tocoa a Trujillo, y que habían recibido la denuncia en la mañana, a eso de las 9:00 AM; sin embargo, uno de los policías que murió pidió a las 11:57 AM del 24 de abril (día de los hechos) información a un grupo de WhatsApp sobre un carro pick up rojo doble cabina que estaba varado a la orilla de la calle en las fincas de palma.
Los agentes antidrogas hicieron la relación de la muerte de los tres agentes con posibles vínculos con el narcotráfico, pues el policía Juan Carlos Murillo Olivera, asesinado en Agua Amarilla, es hermano del policía Henry Antonio Murillo Olivera, detenido con otros cinco policías y nueve civiles cuando transportaban 50 kilos de cocaína.
Murillo Olivera está preso y se le sigue el proceso por tráfico de drogas y la Fiscalía tiene 35 medios probatorios para seguir el proceso penal. Otra fuente ligada a la Secretaría de Seguridad confió que se han hecho análisis de las pericias practicadas a las evidencias recabadas en la escena y “sí, la Policía ya tiene nombres de los sospechosos, están plenamente identificados y se están individualizando”.
Sobre el avance del proceso de investigación del triple crimen de los uniformados, advirtió que como ente investigativo no pueden apresurarse en capturarlos para evitar un mal procedimiento que posteriormente los pueda dejar en libertad.
“Queremos garantizar la investigación y que existan suficientes fundamentos, indicios, pruebas y evidencias que respalden que estos individuos van a ser procesados por ese delito”, apuntó la fuente.
En relación con los atacantes de los tres policías, no se descarta que estos sean parte de un cartel del narcotráfico que opera en el departamento de Colón, pero no se confirmó la circunstancia que habría precedido el mortal encuentro entre los presuntos narcotraficantes y los agentes.
La fuente precisó: “Creemos que este caso va avanzando bastante bien. Estamos siendo asesorados por parte del INL” (Sección de Asuntos Internacionales contra el Narcotráfico y Aplicación de la Ley, por sus siglas en inglés).
Sobre el triple crimen solo una persona fue capturada al siguiente día del hecho, pues se desplazó un contingente policial a la zona.
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