TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La promesa se cumplió y con ella se afectó el proceso investigativo de al menos una decena de muertes que ocurrieron el lunes y de otros tantos trámites y acciones legales que tuvieron que abordarse en el Ministerio Público (MP) y que no se llevaron a cabo.
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El motivo de la negativa de los empleados del ente de investigación del Estado radica en la lucha que emprendieron desde el pasado 3 de febrero -hace 38 días- por obtener un incremento salarial que alcance el 25%, según sus aspiraciones. Como última medida de presión para ser escuchados por el fiscal general de la República, Óscar Chinchilla y por el gobierno central, los demandantes determinaron que por tiempo indefinido no se realizarán levantamientos, autopsias ni pericias a nivel nacional.
“Hemos llevado esto paso a paso, lo último que nosotros queríamos era tocar Medicina Forense. A lo largo y ancho del país están suspendidos los levantamientos, pericias y autopsias”, confirmó la abogada Adela Reyes, una de las líderes de la protesta.
Reyes reconoció que negarse a hacer levantamientos cadavéricos, principalmente en vía pública, “es algo muy delicado; somos un órgano sensible de la justicia del país y tan poco importante será para las autoridades superiores que no le ponen atención”.
Los empleados del Ministerio Público solicitan por costo de vida un aumento de 15% en relación con su salario y un 10% más por concepto de mejora salarial.
¿Quién hace el trabajo?
Pero, ¿quién se hace cargo cuando hay un deceso? La Secretaría de Seguridad giró instrucciones para que sean los agentes policiales quienes realicen los levantamientos y la indicación es que se habiliten en las instalaciones policiales espacios en los que fiscales que así lo requieran puedan realizar sus labores. Sin embargo, ninguna de estas instalaciones tiene cuartos fríos. La medida que empezaron a tomar el lunes los policías es hacer el levantamiento in situ y entregar el cuerpo a los familiares.
La mañana del lunes ni para eso dio tiempo. Un motociclista identificado como Gustavo Adolfo Alvarenga Mendoza murió al impactar contra un pick-up en la carretera a Olancho, a inmediaciones del kilómetro 22. Era empleado de una empresa constructora y viajaba en su motocicleta desde Talanga con dirección a la capital. Media hora después del percance, los familiares llegaron y sin esperar a la Policía, levantaron el cuerpo y en un vehículo pick-up lo trasladaron a la comunidad de Jalteva.
El vehículo pick-up, placas HAS-1811, color negro, que provocó la muerte de Alvarenga Mendoza, quedó estacionado en uno de los carriles. Mientras que al mediodía, los familiares de Eliseo Ismael Cálix, de 36 años de edad, quien fue asesinado el 26 de marzo de 2022 en un sector entre Gracias a Dios y Olancho, no pudieron reclamar sus restos mortales.
