Atima, Honduras
“Yo no puedo perdonarla y que Dios se encargue de darle su castigo”. Así reaccionó este miércoles el caficultor Ángel Humberto Santos al referirse al crimen de su hija de dos meses de nacida, quien, según él, fue ultimada a balazos por la propia madre de la bebé en la aldea San Pedrito de Atima, Santa Bárbara.
El crimen de la pequeña Maryuri Santos Cantarero ocurrió la tarde del lunes luego de que, supuestamente, su madre Sandra Suyapa Cantarero (22) le infiriera dos balazos mientras la bebé dormía en el cuarto de la pareja, de acuerdo a lo declarado por Santos.
El caficultor Ángel Humberto Santos (61) dijo que a los pocos minutos de llegar a su casa escuchó dos disparos en el cuarto y “yo en mi mente aquella está disparando con la pistola al aire y corrí y al entrar ya miré la niña muerta”.
“Yo le dije qué hiciste y se me vino aquella mala palabra y en eso entró mi sobrino y me preguntó que fue tío y yo le dije se hartó mi niña”, expresó Santos.
Indicó que Sandra solo se limitó a decirle: “La maté”.
Dijo que su mujer no expresó por qué cometió el crimen. Explicó que en esos momentos en que él estaba desesperado la mamá de la niña huyó con la pistola y él no pudo evitar que se fuera “porque yo estaba más pensando en como salvar a mi criatura'.
