TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El joven Wilson Berríos, víctima de una explosión en Choluteca, ya pasó las primeras tres operaciones, pero los médicos aún no comienzan la reconstrucción de su rostro.
El cirujano plástico Carlos Flores dijo que en 72 horas (que se cumplen este martes) al hijo del periodista Wilson Berríos se le quitará la vigilancia neurológica y será trasladado al Centro Hondureño para el Niño Quemado (Fundaniquem), a inmediaciones del Hospital María, de la capital.
En este lugar hay disponibilidad de quirófanos y serán varios especialistas de la cirugía plástica que iniciarán la delicada tarea de reconstrucción de la nariz, el pómulo, la boca y la preparación de una prótesis oftalmológica, pues a raíz del impacto explosivo también perdió uno de sus ojos.
El adolescente de 18 años estaba trabajando en la inauguración de la Navidad Catracha en Choluteca cuando recibió el explosivo, lanzando por simpatizantes de la Alianza de Oposición de la zona sur.
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Este es el caso más impactante que el cirujano Flores ha visto en los últimos veinte años, según relató ayer. “Es uno de los casos más impactantes que he visto en veinte años por explosivos”, afirmó el profesional de la medicina, quien ha estado al frente de las primeras tres operaciones hechas de emergencia.
“Se ha ido recuperando a pesar de que también tuvo una contusión cerebral, ha seguido evolucionando satisfactoriamente”, afirmó Flores a HRN. “Perdió un ojo, se le amputó la nariz, tiene un trauma facial severo”, dijo el médico.
Por ahora descartó sacarlo del país, aquí se le operará.
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