Tegucigalpa, Honduras
Lo que comenzó en un momento como un lujo se convirtió en una revolución al alcance de todos.
Y es que en la actualidad hasta los niños menores de cinco años tienen a su acceso a un teléfono móvil.
Esta realidad se aprecia en el Distrito Central, en el que según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) unos 1,690 menores de cinco años son propietarios de un teléfono celular.
Entre quienes tienen mayor acceso a esta tecnología se encuentran los adolescentes y adultos.
En la actualidad, en el municipio el 72 por ciento de la población posee este tipo de aparatos.
De esta cantidad, el 54 por ciento de los propietarios de los celulares son mujeres, en su mayoría jóvenes entre los 15 y 28 años.
De manera que la capital hondureña ostenta el primer lugar a nivel nacional, en la que mayor cantidad de población posee un artefacto de este tipo.
Por ejemplo, en San Pedro Sula el 67 por ciento de la población posee un teléfono celular, es decir cinco por ciento menos que en la capital.
Tecnología y niñez
Este aparato que se ha convertido en un compañero inseparable para muchos de los capitalinos, son adquiridos con el objetivo de comunicarse vía telefónica o por mensajería.
Más de la mitad de los teléfonos que emplean los ciudadanos son smartphones, es decir que poseen aplicaciones que permiten ingresar a redes sociales, canales de música, chats y navegar en la web.
Los precios en el mercado van desde los 400 lempiras en adelante, lo que permite el fácil acceso a este tipo de aparatos.
Gustavo Sánchez, comisionado de la Policía Nacional y experto en el tema, explicó que “ en los últimos 25 años ha disminuido la edad en la que los niños tienen acceso a celulares, la sociedad ha cambiado, pero hay que prestar atención a este tipo de aparatos”.
El comisionado alertó a los padres de familia para que supervisen el uso de estos equipos de comunicación .
“Hay niños de cinco años que no saben leer ni escribir, pero manejan perfectamente un teléfono, hay niños muy pequeños con acceso a aparatos muy sofisticados”, agregó.
Óscar Ramírez, director de la Escuela Víctor F. Ardón, manifestó su aprobación con el uso de los aparatos celulares, siempre y cuando sean para fines educativos, pero que en el sistema público es difícil aplicarlo porque no todos los alumnos poseen un dispositivo móvil, y se observa más en media.