TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) fue el centro cultural de máximo esplendor en la ciudad capital durante la segunda mitad del siglo pasado.
Su expresión se apreciaba en un ambiente de altos niveles, de tal manera que las corrientes artísticas centroamericanas encontraban en la ENBA aire fresco en un momento tenso y dictatorial que se vivía en la región durante las décadas de los 40 a los 80.
Su legado como principal centro de formación en las artes visuales persiste hasta en la actualidad, de tal manera que se considera como la única Escuela de Bellas Artes de educación media que existe en Centroamérica.
“Según las investigaciones que expone el profesor Carlos Lanza, al parecer han cerrado las escuelas de bellas artes a nivel de Centroamérica y solamente ha quedado la de Honduras”, indicó Dora Guillén, secretaria de la ENBA.
Guillén manifestó que si estas escuelas cerraron podría ser un retroceso; sin embargo, consideró que hay que realizar investigaciones más profundas sobre el tema, “pues tal vez desapareció como escuela, pero debe estar siendo impartida en otros niveles educativos”, expuso.
Por otra parte, mencionó que la institución, a través de la historia, es pionera en la formación de artistas con conciencia crítica en los movimientos sociales y culturales.
“Usted va a ver trabajos de egresados de la escuela a nivel nacional, los contratan en la parte de gestión y agencias de artes gráficas”, detalló la experta en arte.
Carlos Lanza, quien fue profesor por más de tres décadas del instituto, expuso que la ENBA fue una institución referente en la década de los 40 a los 80.
Precisamente en su último libro denominado “Texturas de la memoria: Fundación y esplendor de la Escuela Nacional de Bellas Artes, 1940-1980” hace mención de la gloria que tuvo el centro de formación como referente del arte en el país, pero que a partir de las dos últimas décadas del siglo pasado se torna gris por diferentes causas que hacen decaer la calidad de la enseñanza en las artes visuales.
Juan Pablo Acosta, reconocido artista profesional de la ciudad capital, expresó que “la educación en la ENBA siempre va a ser buena porque son artistas los que imparten las clases en las aulas del bonito edificio de Bellas Artes”, valoró.
Consideró que de la institución saldrán buenos artistas como siempre.
“El problema de Bellas Artes no es la educación en sí porque son pintores y escultores famosos los que imparten, sino el poco apoyo económico que los gobiernos asignan”. Mencionó que son clases caras debido a que se tiene que comprar instrumentos y materiales a un precio alto casi todas las semanas.
“La institución ha sobrevivido en la actualidad por el esfuerzo que hacen los padres de familia con los alumnos y los maestros para que la educación del arte no muera”.
Por su parte, Yusthin Rodríguez, quien se graduó el 2003 en la institución, recordó que fue una experiencia importante en su vida personal “pues es una riqueza cultural de gran valor que inspira a una sociedad que tanto lo necesita”.
No obstante, consideró que en décadas pasadas tenían mejor calidad y técnicas en los contenidos. “Ahora es muy práctico, por eso digo que ha decaído”, concluyó.