TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El delito de extorsión sigue siendo la piedra en el zapato del sector transporte y es que el lunes el punto de taxis Centro-Kennedy dejó de operar.
EL HERALDO conoció que en ese punto ya se pagaban significativas cantidades de dinero por concepto de extorsión a seis diferentes bandas delictivas; hace dos semanas la visita de otra estructura criminal, quien les dejó un teléfono celular para recibir instrucciones de un nuevo pago, desestabilizó el ritmo de trabajo de los ruleteros y el fin de semana pasado, una nueva amenaza más, fue el tiro de gracia que llevó al cierre del punto.
Con las dos recientes amenazas, ya suman ocho las bandas delictivas que cobran extorsión solo a ese punto de taxis, según dijo uno de los conductores del punto quien pidió mantener su identidad en el anonimato.
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La Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) a través de su portavoz, Mario Fu indicó que no hay denuncias interpuestas por parte de los afectados.
En ese sentido, recordó que a través de la línea 143 se garantiza el anonimato del denunciante y se hace más efectiva la labor de esa unidad en la erradicación de este flagelo. No obstante, los taxistas aseguran que el temor a represalias por parte de esas bandas criminales les impide denunciar.
De su lado, Helen Barahona, portavoz de la Fuerza Nacional de Seguridad del Transporte Urbano (FNSTU) aseguró que se desarrollan operativos en diversas terminales de buses y taxis de la ciudad.
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