TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Manuel Chávez y su esposa Karla Cuevas transformaron un sueño en realidad cuando fundaron Donato’s Pizza en 2019, un emprendimiento que rápidamente se convirtió en punto de referencia en la colonia San Miguel de Tegucigalpa.
El aroma del quesillo, salsa y frescos ingredientes fundido a temperatura dentro del horno resaltan al entrar al emprendimiento de cálido y acogedor ambiente.
Detrás de las mesas de madera y paredes decoradas con fotos de pizzas de la casa está Manuel al teléfono. Rodeado con un aire lleno del aroma a masa fresca, tomates y otros ingrediente, que se mezclan con el calor del horno el emprendedor atendió a EL HERALDO.
El nombre “Donato’s”, que significa “dado por Dios”, refleja no solo su fe, sino también el arduo trabajo y la dedicación que pusieron en el negocio que nació con el objetivo de materializar sus sueños y demostrar que con dedicación todo es posible.
La historia es de perseverancia y pasión, así lo resalta Manuel y Karla, ambos con décadas de experiencia previa en la industria de la pizza, decidieron aventurarse por cuenta propia cuando ella se quedó sin trabajo.
“Habíamos trabajado en pizzerías de cadena durante mucho tiempo, yo en la parte administrativa y ella en cocina, estaba sin trabajo y queríamos encontrar una forma de generar ingresos”, comentó Manuel.
Superando los desafíos
El inicio no fue fácil y aunque abrieron sus puertas en 2019, un año después enfrentaron la pandemia y todas las complicaciones para los pequeños emprendimientos al contrario de las grandes cadenas que sí obtuvieron permisos más flexibles.
“Las restricciones hicieron que fuera casi imposible mantener el negocio abierto todos los días veníamos comenzando y de repente, todo se paralizó. Nos dieron permiso para abrir solo en ciertos días. Atendíamos en la avenida, sacábamos pocas ganancias ya que trabajábamos según los dígitos que implementaron para circular”, recordó.
A pesar de los desafíos, Manuel y Karla nunca perdieron la esperanza y sus deliciosas pizzas y entradas, como los cheezys, alitas, encanelados y parmesanos, comenzaron a ganar popularidad.
Los sabores de sus pizzas, que van desde las clásicas de un ingrediente hasta las más elaboradas como deluxe, americana, solo carne, tocino, hawaian chicken y chicken ranch, conquistaron el paladar de los vecinos de San Miguel.
Durante la pandemia, aunque no podían operar a plena capacidad, la calidad de su comida y el servicio al cliente atrajeron a una base de clientes leales y mucha gente comenzó a realizar pedidos con anticipación.
Uno de esos pedidos fue para un evento, el encargo de diez pizzas aunque para algunos suene pequeño, para un emprendedor que está iniciando es tan grande como el deseo de que su producto trascienda ante la competencia.
Expansión
Manuel y Karla comenzaron en un local pequeño, las medidas de dos por dos metros nunca fueron un impedimento para equiparse con hornos y otros instrumentos de calidad para demostrar que no tienen nada que envidiar a las pizzas de grandes cadenas.
Con su dedicación, el apoyo de la comunidad y superar la pandemia pudieron crecer hasta tener un lugar más amplio para brindar una atención más personalizada a sus clientes.
Donato’s también es una fuente de empleo para la comunidad, generando cinco trabajos directos ,“nos sentimos bendecidos de poder ofrecer trabajo a nuestros vecinos y contribuir a la economía local”, comentaron.
“Queríamos asegurar que cada pizza que saliera de nuestra cocina fuera de la mejor calidad posible”, explica Manuel antes de interrumpir su relato para atender el llamado telefónico de los clientes.
Reinventarse para sobrevivir
Antes de convertirse en una pizzería, Donato’s empezó ofreciendo tortas. Sin embargo, al darse cuenta de la demanda y su pasión por la pizza, decidieron cambiar el enfoque de su negocio; el fue un acierto, ya que les permitió destacar para atraer a más clientes.
El aroma de las pizzas sigue recorriendo la calle principal de la colonia San Miguel, atrayendo a todos los que pasan por ahí. Manuel y Karla han demostrado que con fe, trabajo duro y un compromiso inquebrantable, los sueños pueden convertirse en realidad.
No es solo una pizzería, es un testimonio de la perseverancia y la pasión de una pareja que, contra todo pronóstico, dio vida a un negocio que verdaderamente ha sido “dado por Dios”.
Su mensaje para la comunidad es claro: “Nunca hay que abandonar los sueños y siempre hay que confiar en Dios para hacerlos realidad”.
Con esta filosofía, Manuel y Karla no solo han creado un negocio exitoso, sino también un legado de esperanza y resiliencia desde la populosa colonia San Miguel.
