TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los incrementos de los combustibles en la capital muestran mayores números que en la ciudad industrial del país, situación que atrae el interés de los curiosos y otros sectores de la sociedad.
EL HERALDO contactó a expertos para explicar este fenómeno y el porqué los capitalinos pagan más cara la gasolina que los sampedranos.
Sarahí Silva, directora ejecutiva de la Asociación Hondureña de Distribución de Productos del Petróleo (Ahdippe), explicó que “entre más largo esté una terminal de combustible refinado (de la bomba de abastecimiento) se le va a aumentar el precio final”.
Agregó que “hay un precio prometido que es publicado en el registro internacional y de ahí se utiliza como referencia para todos los países”.
Aparte de sumarse los fletes internacionales, los seguros, los impuestos del puerto y del Estado, el de distribución, el de transporte de combustible, se le añade el costo de distribuirlo al detalle en las gasolineras.
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¿Qué cuesta el viaje?
Para movilizar una cisterna con la capacidad de 8,000 galones de gasolina desde la terminal de abastecimiento en San Lorenzo, Valle, hasta la capital, solo de flete serán más de 12,000 lempiras, esto debido a que el Estado maneja una tabla de precios que estipulan los kilómetros y el cobro que hará el transportista que traslade el refinado.
En caso de Tegucigalpa, la tarifa es de 1.53 lempiras por galón y para San Pedro Sula disminuye 0.58 centavos, es decir que los sampedranos pagan 0.95 lempiras para que les lleven la gasolina hasta la bomba.
Aunque se debe tomar en cuenta la distancia que cada transportista traza desde la terminal hasta la gasolinera en donde el consumidor final podrá llenar su tanque.
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Economistas
Los economistas por su parte, opinan que el gobierno debería garantizar mejores políticas para abaratar los costos de los combustibles, en vez de subsidiarlo.
José Luis Moncada, experto en economía, manifestó que la única manera en que el Gobierno pueda abaratar los costos del refinado es que “bajen los impuestos que tiene el combustible que son 24 lempiras y se conseguirá combustible más barato”.
Ismael Zepeda, investigador del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), dijo que “lo que se debe buscar son maneras de aminorar los impactos, los subsidios son paliativos, pero a corto plazo, porque se vuelven a tener incrementos en los combustibles y el subsidio ya está agotado”.
Indicó que “esa práctica recurrente (subsidiar) deteriora las finanzas del Estado y es donde deberían buscar otras políticas para ayudar a la economía”.
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Aumentos
El director de Asociación para la Defensa de la Canasta Básica de Honduras (Adecabah), Adalid Irías, señaló que los carburantes han tenido más aumentos que rebajas en lo que va del 2022.
La gasolina superior tiene 27 subidas, la regular 25 y el diésel 20, pero cuando son disminuciones los números también se reducen a 16 para la súper, la regular 15 y el diésel con 11. El gobierno deberá buscar otra solución aparte del subsidio.
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