TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con una violenta confrontación y golpes, de un lado y otro, terminó la toma de carretera realizada este miércoles con pacientes renales en la carretera CA-5 a la altura de El Durazno.
La protesta, que mantiene sin paso vehicular la importante carretera desde las 6 de la mañana, al filo de la 1:30 seguía impidiendo el libre tránsito.
En medio del malestar por la gran aglomeración de ciudadanos que buscaban transitar de Tegucigalpa a la zona norte y del norte a la capital, la intervención policial desencadenó un caos.
Los ánimos se caldearon este mediodía cuando la manifestación ya llevaba más de seis horas, impidiendo el paso en una de las principales entradas a la ciudad. Debido a que la vía estaba obstaculizada en la zona, se generó largas filas en ambos sentidos.
Tras varios minutos de confrontación entre uniformados y familiares de pacientes, la vía fue completamente despejada para permitir el paso de los hondureños, algunos de ellos llevaban hasta seis horas esperando poder pasar.
¿Qué exigen los manifestantes?
Los pacientes exigen una mejor atención médica y la garantía de recibir su tratamiento de hemodiálisis en el centro asistencial que los ha atendido por años.
Desde la entrada del actual gobierno, estos pacientes viven en una disputa, ya que una nueva empresa está brindando el servicio.
Según los manifestantes, esta nueva empresa no está preparada y la atención que brinda no es de calidad.
Ante el malestar, los pacientes renales acudieron este 31 de julio a protestar tomándose la carretera por más de seis horas.