Tegucigalpa, Honduras
El Paseo Liquidámbar del centro histórico se ha convertido en un campo de batalla, donde llueven piedras y palos.
Por segundo día consecutivo ayer se reportó un violento enfrentamiento entre miembros de la Policía Municipal y un nutrido grupo de vendedores ambulantes que invaden la zona.
Las confrontaciones se han agudizado desde que el lunes los policías comenzaron a usar un equipo de protección antimotines.
Según Josué Esperanza, oficial de Comunicaciones de la Policía Municipal, al día se registran hasta tres enfrentamientos entre los elementos del orden y los comerciantes informales.
“Nosotros le estamos dando cumplimiento a la ordenanza municipal que prohíbe las ventas ambulantes en el casco histórico de Tegucigalpa, es por ello que se están tomando medidas para restablecer el orden”, explicó Esperanza.
Se estima que unos 600 ambulantes comercializan sus productos en el Paseo Liquidámbar y calles aledañas.
En el enfrentamiento que se reportó el miércoles anterior resultaron heridos seis elementos municipales, producto de los pedazos de concreto que lanzan los vendedores.
“Los policías fueron emboscados por los vendedores y algunos andaban armados. Los heridos ya se encuentran estables”, detalló el entrevistado.
La medida de usar el equipo antimotines se determinó luego de las serias lesiones que sufrían los elementos de seguridad municipal ante tanto enfrentamiento.
A 60 policías municipales se les ha equipado con los trajes protectores y 30 sirven de apoyo, 90 elementos en total resguardan la zona.
Lluvia de piedras
Desde tempranas horas de ayer, los policías comenzaron a realizar recorridos para desalojar a los vendedores.
A eso de las 11:00 de la mañana comenzó a reportarse el primer pleito en la mitad de la antigua peatonal.
Producto del incidente, las personas que se encontraban en el lugar tuvieron que correr en busca de refugio.
De este violento encuentro resultaron heridos varios elementos del orden público. El más grave fue un agente a quien una piedra le impactó en la frente.
Los agentes municipales tuvieron que salir corriendo de la zona para evitar mayores agresiones.
Las autoridades municipales anunciaron que de seguir estos altercados violentos, dejaran que actúe la Policía Nacional para recuperar el orden en el casco histórico.
“Nosotros queremos una reunión de emergencia con las autoridades, no podemos seguir de esta forma, antes nos dejaban trabajar de 6:00 a 8:00 de la mañana, como acordamos en diciembre con las autoridades de la Alcaldía”, expresó un vendedor quien no se identificó.
Los conflictos están afectando los negocios del lugar. “Cuándo pasan estos problemas trabajamos con miedo, a cada instante bajamos las cortinas, además de que la ventas disminuyen”, lamentó el gerente de un tienda de la zona.
