TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El manto gris de humo tóxico que envuelve a Tegucigalpa, capital de Honduras, está teniendo un impacto negativo en la salud de los niños y niñas.
El personal pediátrico del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) es testigo directo de cómo el humo está afectando tanto a los menores como a los adultos. En la sala de emergencias, están atendiendo a alrededor de 300 personas al día con problemas respiratorios.
El Dr. Héctor Millares, pediatra del IHSS, comentó que los infantes se ven más vulnerables al inhalar el aire contaminado.
“El número de pacientes pediátricos con problemas respiratorios ha aumentado en un 30 a 40 por ciento”, señaló el galeno.
Millares hizo hincapié en la importancia de abordar porque solo en el IHSS hay un flujo de 300 a 400 pacientes al día.
Centros de salud
En medio de la densa capa de humo que está en Tegucigalpa y Comayagüela, las autoridades de la Región Metropolitana de Salud (RMS) del Distrito Central están luchando en cada uno de sus 64 establecimientos para hacer frente a esta emergencia ambiental.
Gilberto Ramírez, titular de la RMS, reveló las estadísticas que reflejan el impacto de la contaminación en la salud de la población.
“Las estadísticas muestran un aumento del 10 por ciento en las enfermedades respiratorias si las comparamos con las del año pasado”, señaló Ramírez.
El galeno identificó varias fuentes de contaminación que contribuyen a la capa de humo que envuelve la ciudad, incluidos los incendios forestales, la contaminación vehicular e industrial.
Según los expertos de la Metropolitana de Salud, los niños están siendo afectados de manera desproporcionada por el humo.
Esto se debe, en parte, al comportamiento de las familias, que tienden a preocuparse más por la salud de los menores que por la de los propios adultos.
¿Sirvió el trabajo en casa y suspensión de clases?
La decisión de la Gobernación y Justicia, así como de la Secretaría de Educación, de suspender todas las actividades que involucran a funcionarios públicos y estudiantes dejó más dudas que respuestas.
La pregunta principal que surge es si detener las labores ayudará realmente a disminuir las enfermedades resriptorias, dado que el humo persiste incluso en los hogares.
El Dr. Carlos Hernández, médico general, plantea una perspectiva crítica sobre esta medida. “Estar en casa o en la calle es igual si no se cumplen las normativas básicas como el uso de mascarillas”, afirmó.
El galeno además destacó que “no todos tienen acceso a espacios con aire acondicionado, los cuales pueden filtrar el humo de manera más efectiva y evitar menos la contaminación”.
Desde el Hospital El Tórax, se advierte que la bruma persistirá y que paralizar todas las actividades no es una opción viable en términos de productividad y bienestar social.
Según Suyapa Sosa, jefa del departamento de Neumología de El Tórax, “no podemos tener a los niños 20 días en casa, no podemos dejar de trabajar 20 días, vivimos lo del covid-19 y vimos que fue un fracaso”.
También, aseguró que es tiempo de buscar “políticas públicas, sociales, ambientales que involucren a todos. Tenemos que evitar gastar agua, buscar la reforestación y otras cosas”.