TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La deuda acumulada de las juntas de agua capitalinas con la Unidad Municipal de Agua y Saneamiento (UMAPS) asciende a los 31.7 millones de lempiras, cifra que va en aumento.
Para el cierre de diciembre del 2022, estas organizaciones tenían registrado un déficit de L 23.7 millones, es decir, que su endeudamiento creció un 33.76%, ocho millones de lempiras en cuatro meses.
Los directivos de las sociedades repartidoras del líquido vital en al menos 186 barrios y colonias, de las que 93 están morosas, aseguran que todo se disparó en la pandemia del covid-19 cuando los usuarios no podían pagar la tarifa y lo que ahora desean es que haya un perdón del Estado.
“Estuvimos reunidos con el gerente de la UMAPS, Arturo Tróchez, y le propusimos que para sanear esta situación deberíamos presentar una solicitud al Congreso Nacional pidiendo que nos condonen la deuda”, explicó Manuel Amador, presidente de las juntas de agua de la capital.
Amador es consciente de que el monto que tienen acumulado es difícil de finiquitar, por lo que pide que se les ayude con arreglos de pago para ir quitando un poco la carga del endeudamiento que tienen.
Autoridad Municipal
EL HERALDO intentó contactar a Arturo Tróchez, gerente de la UMAPS, para obtener su opinión sobre la situación actual de las juntas de agua en la capital, pero no quiso establecer comunicación.
Por su parte, Russel Garay, director del Despacho Municipal, indicó que debido a la morosidad “nunca hemos realizado un corte, pero en eso se está trabajando ahora y cuando el programa arranque el corte no va a discriminar entre personas privadas y las juntas de agua”.
Aclaró que el problema de la deuda viene por los malos servicios y que la gente no quiera pagar, pero “el papel como Alcaldía es lograr legalizar todas las juntas que agua, que son como 186 en toda la capital, porque hay 120 que no cumplen con todos los requisitos para operar”.
Abonados de juntas
La situación cambia cuando se habla con los abonados de las juntas de agua, porque a pesar de seguir pagando las tarifas, no entienden por qué el servicio de agua potable falla con tanta frecuencia en sus casas.
“Son 160 lempiras los que nos cobran y a veces mandan el agua una vez por semana o dos veces al mes; es una grosería lo que están haciendo con nosotros, pero cómo hablamos, sí lo hacemos esta gente (de la junta de agua) nos quita todo el servicio”, lamentó la capitalina María Fuentes.
Hasta la fecha, y con datos obtenidos a través de solicitudes a la UMAPS, EL HERALDO conoció que los abonados a las juntas de agua son 200 mil capitalinos.
En varios sectores de la capital se ejecutan protestas por partes de vecinos -afiliados a la UMAPS- por la falta del vital líquido y el no cumplimiento del calendario de distribución.
Niveles de represas
Esta época del año es especialmente crítica para el suministro de agua, ya que las temperaturas son elevadas y los niveles de las represas bajan rápidamente.
En la capital, el servicio de agua potable, con suerte, llega cada dos o un día a la semana para la mayoría de barrios y colonias, pero en otros sectores pueden esperar aún más.
La represa Los Laureles, una de las principales fuentes de agua para la ciudad, ya tiene menos del 43% de su nivel máximo y La Concepción se encuentra en el 55%.
Ante esta situación, las autoridades de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS) han prometido que los racionamientos de agua no serán tan severos como en años anteriores.