TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La promesa de campaña Malecón Tegucigalpa por los momentos dista de lo tangible, pese a ello la Alcaldía Municipal realiza las gestiones para que la obra gris inicie en el tercer o cuarto año del mandato de Jorge Aldana.
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El ambicioso proyecto que se edificará desde el puente El Chile hasta el Mallol y tendrá juegos infantiles, recuperación del gimnasio Rubén Callejas Valentine, un monumento a las víctimas del huracán Mitch, viveros, baños públicos, restaurantes, entre otros, es frenado por la masiva contaminación del río Choluteca.
Acciones
Russel Garay, director del Despacho Municipal, detalló a EL HERALDO que para hacer visible la obra gris, el primer paso es recuperar el río y para eso ya trabajan junto a varias secretarías.
“Tenemos contemplado una serie de inversiones con la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS) que incluyen plantas de tratamiento que deberían aliviar de manera paulatina lo que pasa en el río”, mencionó.
Para avanzar en la estrategia de rescate, destacó que en la inversión de las nuevas represas San José, Río del Hombre y Jiniguares (esas dos últimas ya se están precalificando) incluyen la construcción de plantas de tratamiento para aliviar el impacto al río.
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De acuerdo con el funcionario, parte del saneamiento en el río muerto se incluye el mantenimiento de maquinaria dañada en la planta de tratamiento de La Vega.
Sobre esa planta, hay que resaltar que a su máxima capacidad logra tratar por día 12 mil metros cúbicos (m³). Sin embargo, la ciudad produce a diario 80 mil m³, es decir que 68 mil m³ quedan sin tratar y son vertidos en el afluente todos los días.
“Tenemos pendiente el otro mes una reunión con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para identificar una fuente de financiamiento para aumentar la cantidad de abonados de la UMAPS para mejorar la disponibilidad del acueducto y el tratamiento de las aguas”, anunció.
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Estrategia
Max Velásquez, especialista en Agua y Saneamiento, coincidió que para dar vida al río en primera instancia se requieren medidas de gestión como reglamentos, normativas e incentivos.
“Tienen que acelerar la finalización de diseños del colector principal que ha estado dos o tres años sin tocar y lanzar una licitación para la nueva planta de tratamiento en la salida a Olancho”, instó.
Recomendó la completa reparación de la planta existente en La Vega y explorar la posibilidad de pequeñas plantas de tratamiento diseminadas en sectores específicos de la ciudad como en la zona sur y en el sector del Zonal Belén.
“Las plantas pequeñas modulares se construyen fácilmente y evitarían que todo llegue a la de La Vega”, visualizó.
Para el especialista, la ejecución de todo lo descrito y con optimismo, un diseño podría durar un año y la construcción otro para ya en un tercer año ver los efectos positivos en el río.
“El saneamiento del río mostraría efectos positivos en un corto plazo de dos a cuatro años, es posible, pero requiere mucho compromiso incluyendo el sector privado y sociedad civil”.
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