“El Mastodonte” es el nombre con el cual los habitantes del norte de la capital han bautizado al inconcluso puente de El Carrizal.
Para los más de 100,000 moradores de las 90 colonias afectadas por el abandono de la obra desde hace 39 meses, las bases del paso a desnivel solo representan un estorbo para la movilidad vial y peatonal.
“Cuando empezaron los trabajos nos prometieron desarrollo, una obra majestuosa, cuatro carriles de buena calidad para circular, y lo que nos dejaron fue un desastre”, reclamó Julio Bonilla, un microempresario de la zona.
Bonilla aseguró que edificó en sus sueños el puente y vivió como en una telenovela el desarrollo que tendría su negocio de venta de repuestos con la obra, pero todo se quedó en eso, una ilusión.
Muchos de los pobladores añoran regresar en el tiempo y volver a vivir con calles de tierra, pero con un puente peatonal que les brindaba mayores beneficios que el abandonado monumento a la desidia del gobierno central que tienen ahora.
“Esta obra es la evidencia de la irresponsabilidad del gobierno a la hora de administrar los recursos del pueblo, nuestros recursos”, increpó Johny Ponce, conductor de un vehículo repartidor de alimentos.
Los males
Los líderes comunales de las colonias afectadas catalogan el atraso de la obra como una epidemia sin cura.
María Pineda, presidenta del patronato de la colonia Alemania, informó que para los vecinos de al menos diez colonias aledañas la obra representa pérdidas millonarias.
“Debajo de esa obra quedó botada la tubería de un sistema de alcantarillado sanitario que habíamos comenzado varias colonias, fue más de un millón de lempiras en material que quedó bajo tierra”, informó. Doña María detalló que el proyecto sanitario quedó parado para que la empresa constructora realizará los desvíos de los pozos de inspección de acuerdo a los diseños del tramo.
Colonias como la Alemania, El Carrizal II, San Juan del Norte, Villa Franca, Villa Cristina, Rosalila, Brasilia y Buenas Nuevas dejaron literalmente enterrada su inversión.
Al costo económico general se suman los más de 40 negocios que se ubican en los alrededores de los 300 metros de calles a medio construir.
Sus propietarios se quejan por la falta de clientela debido al infierno vial al que deben someterse, si se animan a llegar a su negocio.
“Desde el Lolo empieza la interminable fila, por eso yo evito cruzar por este tramo”, manifestó German Baca, un repartidor de alimentos.
Víctor Duarte, propietario de una pastelería ubicada al extremo derecho de las bases del puente, aseguró que para mantener en pie su negocio empezó a vender golosinas.
“Quien va a querer pararse a comprar un pastel a la orilla de una calle donde por el desorden vial en cualquier momento le pueden chocar su auto”, explicó con tristeza.
Los conductores del transporte público por su parte se quejan del desorden que genera la falta de control vial.
“Competimos con rastras, camiones y toda clase de vehículos pesados para poder circular”, replicó Rosbindo Aguilar, un conductor de transporte.
Otro de los desastres viales del sector lo generan las 17 cloacas sin tapadera y cinco tragantes de aguas lluvias, que son una trampa donde un promedio de siete vehículos quedan atrapados al día.
Y con la llegada del invierno los vecinos temen por su salud, pues el sistema de alcantarillado y drenaje colapsa e inunda las calles por semanas.
En proceso, traspaso
El mismo alcalde capitalino Ricardo Álvarez reconoció ayer que el proceso de negociación del traspaso de la obra duerme el sueño de los justos.
“Son tres años de tener este proyecto tirado, hemos pedido que se nos traspase para terminarlo este año, lo justo es que nos lo traspasen”, afirmó.
El edil descartó que el ministro de la Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi), Miguel Gámez, sea quien esté deteniendo el acuerdo.
“Tengo muy buena relación con el ministro, creo que más bien lo que ha atrasado el proceso es la burocracia”, indicó.
Por su parte, el director del Fondo Vial, Hugo Ardón, aseguró que el proceso debería concluirse en este mes.
La obra, cuyo costo inicial fue de 120 millones de lempiras, de los cuales 30 no fueron desembolsados, podría ser concluido por la Alcaldía cuando el Fondo Vial concrete el traspaso de la obra.