TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Caminando a paso acelerado y sosteniendo en cada una de sus manos una bolsa negra repleta de basura, una residente de la colonia Hato de Enmedio se disponía la mañana de ayer a cometer uno de los más vergonzosos actos que atentan contra la salud ambiental de los capitalinos: lanzar basura a la calle.
A escasos metros de ella, un grupo de vecinos alzaban su voz reclamando la inmoral acción de la fémina, pese a ello, la dama nunca desvió su mirada del objetivo e hizo caso omiso a los alegatos y en cuestión de segundos llegó a la acera frente a la Escuela Experimental de Niños para la Música, uno de los 300 botaderos ilegales de basura que han identificado las autoridades edilicias en el Distrito Central.
Pero antes de cometer el bochornoso acto, dos elementos de la Policía Municipal lo impidieron haciendo un llamado de atención a la mujer y ordenándole que llevara sus desperdicios hasta el contenedor de basura que se ubica a poca distancia de ese sector.
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Su gesto nunca reflejó pena alguna, al contrario, ella se mostró fría e indiferente y sin que le diera tiempo de bajar ambas bolsas, siguió su paso hasta el lugar que le recomendaron que fuera.
“Aquí estamos para verificar que nadie tire basura en este punto. Si ella se regresa con la basura en mano para dejarla acá, le llamaremos la atención”, dijo con determinación uno de los uniformados.
La Gerencia de Aseo de la comuna capitalina ha identificado 300 puntos ilegales de basura, siendo todo el Bulevar del Norte el sector más complejo, es decir, donde más basura lanzan a las calles. A este lugar se suman la Segunda Avenida de Comayagüela y la colonia El Sitio, entre otras.
Emilio Medina, titular de la Gerencia de Aseo, dijo a EL HERALDO que el costo por recoger residuos en todo el municipio es de L 350 millones anuales.
Adicionalmente, se destinan 1,600,000 lempiras en sueldos y salarios de 70 nuevos empleados temporales que laboran exclusivamente en la limpieza de quebradas.
Asimismo, en mayo pasado se erogaron 300,000 lempiras para la compra de herramientas de trabajo como palas, piochas y carretas, entre otras, explicó el funcionario.
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Intervención
A criterio de las autoridades, el principal problema es que los capitalinos no respetan los horarios de recolección de basura y, para ayudar a mermar la problemática, ayer pusieron en marcha un proyecto piloto en donde además de la Gerencia de Aseo se involucraron la Policía y Juzgado Municipal, Orden Público, Movilidad Urbana y dos empresas de recolección de residuos.
El proyecto consiste en la presencia de elementos municipales en puntos específicos para verificar que los ciudadanos no dejen la basura en los puntos ilegales. Inicialmente intervinieron la acera de la Escuela Experimental de Niños para la Música y el Bulevar del Norte.
De momento se desconoce por cuánto tiempo estarán los uniformados y representantes de las demás gerencias involucradas en esos sectores, pero lo que buscan es que la población, por decisión propia, deje de lanzar basura a las calles y no por miedo a una multa.
Insalubridad
La basura acumulada en estos puntos ilegales genera enfermedades gastrointestinales y virales como la hepatitis A que se da por el consumo de alimentos y agua contaminada, explicó Tito Alvarado, especialista en enfermedades infecciosas.
Asimismo, el doctor Franklin Gómez, subdirector del Hospital Escuela, coincidió con su colega e hizo un llamado a la población de dejar de promover la cultura de suciedad que da paso a la insalubridad y pidió a las autoridades edilicias que impongan las multas correspondientes a quienes ensucien las calles.
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