LEPATERIQUE, HONDURAS.- Muchos capitalinos llegan temprano a los diferentes mercados para adquirir variedad de verduras y legumbres para luego preparar sus respectivos alimentos de consumo diario. Sin embargo, varios ignoran el esfuerzo que cada productor hace al momento de labrar la tierra, sembrar y cosechar las verduras frescas que llegan a los diferentes mercados de Tegucigalpa y Comayagüela, donde va a para el 80% de la recolecta de vegetales y legumbres que proveen las fértiles tierras de Lepaterique.
Aparte de ser un municipio con verdes montañas, yacimientos de agua y aire puro, sus habitantes se caracterizan por ser gente trabajadora dedicada, entre otros rubros, a la producción de hortalizas como ser repollo, lechuga, cebollín, culantro, remolacha, brócoli, entre otros.
No obstante, los productores enfrentan diferentes dificultades año con año debido al incremento de fertilizantes, insumos y hasta la comercialización de los productos, pues a veces tienen que venderlos a bajos precios.
Así lo confirmó don Ramón Galeas, productor de hortalizas de la comunidad de Piedra Rayada: “En estos momentos lo que más nos ha matado es el aumento (de precio) de los fertilizantes, ya que el año pasado lo comprábamos a 800 lempiras (el quintal) y este año subió a 1,200”.
Mencionó que otros abonos como la gallinaza subieron 20 lempiras. “El año pasado lo comprábamos a 40 lempiras el saco, ahora a 60 lempiras”.Refirió que los plaguicidas y fungicidas han subido mucho.
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Pérdidas
Por su parte, Germán Enríquez, productor de la misma comunidad, manifestó que para ver una producción ya lista para la venta, por lo general hay que esperar tres meses, “luego cuando vamos a venderla a los supermercados, a veces lo rechazan debido a que tal vez el producto es pequeño o no cumple con la calidad que piden”.
Agregó que este producto rechazado “lo tratamos de vender a bajo precio en el mercado Zonal Belén y si no lo vendemos tenemos que botarlo, perdiendo toda la inversión hecha durante el proceso de producción”.
También se refirió que en la temporada de invierno es cuando más cosechas se pierde debido a que algunas zonas de producción se llenan de agua. Aparte del alto costo del traslado de las verduras hacia la ciudad que en temporada de lluvia tienen que pagar carro doble debido que la carretera es de tierra y se hace lodo al transitar.
Es por eso que Enríquez pidió al gobierno el apoyo del proyecto de pavimentación, ya que los más afectados por el mal estado de la carretera son ellos al sacar el producto a los diferentes mercados de la capital.
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Por su parte, un transportista de verduras, quien no quiso revelar su nombre, detalló que un camión pequeño de unos 40 a 50 bultos cobra 1,500 lempiras y si es un camión grande de trescientos bultos, cobran de 4,000 a 4,500 lempiras, respectivamente.
Alexis García, residente y productor de verduras de la comunidad de Monte Redondo, mencionó que el 80% de las hortalizas salen del municipio de Lepaterique a los diferentes supermercados y mercados informales de la capital.
Sin embargo, cuestionó que el campesino no recibe precios justos por los productos debido a que los intermediarios, más conocidos como coyotes, se quedan con la mayor ganancia.
“Se hablan entre todos los coyotes y se dicen: miren, establezcamos un precio y no nos movamos de ese precio. Ahí es donde uno tiene que vender al precio que ellos digan y qué va a hacer uno”, cuestionó García.
Sin apoyo
Asimismo, Francis Martínez agregó que otra de las cosas que les ha afectado como productor es el libre comercio, ya que ingresa productos de otros países a más bajo precio.
“Eso es lo que a nosotros nos afecta en el mercado, por ejemplo, en esta época (navideña) nosotros lo que cultivamos es la lechuga porque tiene mayor demanda, entonces (a través del libre comercio) entra lechuga de Guatemala y eso nos afecta bastante”.
Martínez, como agricultor, pidió al gobierno que le bajara a los insumos ya que han elevado mucho su valor. “Por ejemplo, el año pasado compramos urea a 600 lempiras y este año ya tuvimos que comprarlo a 1,200”, afirmó.
Mientras tanto, Delmer Sosa, quien se encontraba en plenas labores preparando la tierra con su yunta de bueyes para una nueva siembra, manifestó que “esta es nuestra herramienta de trabajo para arar la tierra, ya que no tenemos recurso económicos para comprar un chapulín u otra maquinaria”.
Detalló que las herramientas que utilizan para preparar el terreno son artesanales como el azadón, pujaguante y machete para cortar la maleza.
Agregó que desde pequeño se ha dedicado a la agricultura y nunca ha recibido una ayuda del gobierno. Por último, su vecino, Pablo Martínez Servellón, manifestó que “a nosotros (las instituciones del gobierno) nos han ofrecido y hasta nos dicen que les demos la firma, pero no nos ayudan en nada”.
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