Vecinos de la colonia Monseñor Fiallos exigen la inmediata reparación de un pozo de aguas negras que se ubica en la calle principal.
Según los habitantes de la populosa colonia, tres años han pasado desde que el pozo colapsó y desde entonces las aguas corren por toda la calle.
El hedor que producen las aguas es insoportable, aseguran los colonos, quienes a la vez están temerosos de que la insalubridad pueda producir un brote de enfermedades.
“Aquí tenemos que vivir con las puertas cerradas todo el día para que el mal olor no se meta en los hogares”, denunció Maritza Ramírez.
Los propietarios de negocios de la zona y en especial los que se dedican a la venta de alimentos están desesperados porque no hay ventas.
“¿Quién quiere venir a comer a un lugar que huele mal?, casi nadie viene a comprar y de esto vivimos”, dijo Carmen Salinas, dueña de negocio.
Muy molesta solicitó de forma urgente al SANAA que proceda a hacer las reparaciones necesarias.
Y es que desde que el tragante se encuentra en mal estado, varios han llegado a revisar el problema pero nadie repara.
“Aquí ya vinieron los del SANAA, la Alcaldía, Soptravi, todos prometen que lo van a arreglar, pero no hacen nada.
