Aunque acabes de cambiar de neumáticos a los pocos día estos ya lucen opacos. Y claro como son la parte del automóvil que está en contacto con el suelo, es muy común que rapidamente se desluzcan.
Te contamos en cuatro pasos como hacer que tus llantas vuelvan a tener ese aspecto de limpio:
1La limpieza, en todo el neumático
Quita toda la tierra de la superficie del neumático que quieres lubricar. Coloca agua y jabón en un balde y frota la superficie del neumático con abundante solución jabonosa. Quita cualquier suciedad atrapada en el neumático antes de limpiarlo y prepararlo para un acabado brillante.
2Lava bien todos los rincones
Frota el neumático limpio con una tela sin pelusa y asegúrate de que la superficie no tenga tierra. Puedes levantar el neumático con la gata para asegurarte de limpiar toda la superficie rodando el neumático para que ninguna zona quede sucia apoyada contra el suelo. Deja que el neumático se seque completamente.
3Aplica la mezcla cubriendo la superficie
Mezcla una taza de vinagre y tres cucharadas de jugo de limón en un bol lo suficientemente grande para contener un cuarto de líquido por cada neumático. Moja un cepillo de cerdas blandas en la solución y colócala sobre la superficie del neumático en movimientos circulares, moviendo el neumático y mojando la superficie frontal de arriba a abajo y de lado a lado de la rueda. La solución debe cubrir la superficie de caucho completamente y correr por los costados. Deja que se seque al aire libre.
4Otro truco a utilizar: La bebida gaseosa
Coloca una lata de gaseosa en un bol y con un trapo de tela sin pelusa cubre el neumático limpio con la bebida. Hazlo con movimientos circulares, de arriba hacia abajo y en la parte de afuera. Cubre completamente una vez solamente. Deja secar.
Puedes colocar cera después de limpiar el neumático con vinagre y jugo de limón. Pule la cera con un disco suave de tela. El aceite de castor también puede colocarse al neumático preparado para darle un aspecto mojado y lustroso. Lo mismo aplica para otras piezas de goma en el exterior de tu vehículo, incluyendo las cubiertas de parachoques y las aletas de los neumáticos.