TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La temporada de lluvias, aun cuando se mantiene fluctuante, sigue llamando a los conductores a ofrecer cuidados adicionales al mantenimiento regular de su vehículo. Por ejemplo, las filtraciones de agua externas.
Por lo general estas derivan de vidrios frontales mal instalados o vidrios de puerta con problemas de sellado, techos panorámicos defectuosos, empaques de carrocería dañados y el deterioro paulatino de algunas piezas, entre otras posibles causas.
Todas estas fallas ocasionan que se filtre agua al interior de la unidad, principalmente en días de lluvia o de lavado, lo que además puede ocasionar un molesto olor a humedad que luego se expande a lo amplio del habitáculo.
Lo más importante en casos de este tipo es el perfecto funcionamiento de los diferentes sistemas de evacuación de agua con que los vehículos están equipados. Es decir, al haber problemas en ellos se genera una acumulación que provoca la filtración.
Áreas clave
Si la zona que se moja está del lado del copiloto, es muy probable que el carro sufra de atascos por suciedad en los conductos del limpiaparabrisas. Aquí la solución suele ser muy sencilla; bastará con retirar el polvo, las hojas secas y toda la basura que obstaculice el recorrido del agua.
Por otro lado, también están las filtraciones de agua de condensación, que pueden derivar de desperfectos en el aire acondicionado o en el sistema de calefacción del vehículo. Este tipo de fallas igualmente genera humedad y acumulación de agua. Y si el líquido entra por la zona de las ventanas o las puertas, el problema seguramente estará en las gomas.
Finalmente, al observar un goteo en los cristales, lo primero que debe revisar es el estado de las juntas flexibles. Con el paso del tiempo, las gomas se resienten del maltrato diario, se resecan y van alejándose de su posición original. Reemplazarlas resolverá el problema rápidamente.
Zonas inusuales
Un error común al tratar de hallar la filtración es no revisar la parte trasera de la unidad. Se suele creer que la falla se encuentra forzosamente en la cabina debido a la intensidad del aroma, pero en la cajuela también existen gomas, además de que el agua incluso podría filtrarse por los bordes de las luces traseras.
Por otra parte, cabe recordar que todos los vehículos tienen conductos en su estructura para dirigir el agua de la lluvia hacia el exterior. Si no acostumbra darles mantenimiento frecuente, estos canales se irán taponando, lo que derivará en problemas de filtración.
