TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Aunque el histórico calor que experimenta Estados Unidos este verano puede estresar a las personas hasta el límite, puede ser particularmente difícil de gestionar para las que tienen problemas de salud mental.
“Cualquier enfermedad mental aumenta con el calor, porque resulta en más fatiga, irritabilidad y ansiedad, y puede exacerbar los episodios de depresión”, comentó el Dr. Asim Shah, vicepresidente ejecutivo del Departamento Menninger de Psiquiatría y Ciencias Conductuales del Colegio de Medicina Baylor, en Houston.
El calor excesivo puede provocar ira, irritabilidad, agresividad, incomodidad, estrés y fatiga. El calor afecta a la serotonina, el neurotransmisor que regula el estado de ánimo, conduciendo a unos niveles más bajos de felicidad y a un aumento en los niveles de estrés y fatiga, explicó Shah.
Entre los grupos más vulnerables se encuentran los que tienen afecciones preexistentes y las personas que abusan de sustancias, como el alcohol. Si las personas utilizan sustancias, sobre todo alcohol, necesitan hidratarse más, porque combinar el uso de sustancias con el calor requiere incluso más hidratación.
El calor puede empeorar los problemas de salud mental, incluso las conductas agresivas y las lagunas mentales. En el peor de los casos, pueden ocurrir confusión y desorientación.
¿Qué puede hacer una persona con problemas de salud mental?
Shah recomienda hidratarse y mantener la cabeza cubierta cuando esté al aire libre. Échese agua en la cabeza para refrescarse, e intente permanecer a la sombra. Si usualmente sale a caminar, muévase en interiores: camine en un centro comercial o en un espacio grande con aire acondicionado.
Si toma medicamentos, consulte al médico antes de mezclar su dosis con el calor excesivo. Algunos medicamentos para la salud mental, como el litio, no hacen buena pareja con el calor. El litio pasa por los riñones, así que si suda más, los niveles del fármaco pueden fluctuar, explicó Shah.
“Si sale al calor y usa litio, los niveles podrían fluctuar. En esa situación, debemos ser muy cuidadosos y ajustar la dosis de litio o evitar el calor”, enfatizó en un comunicado de prensa del colegio.
Los cambios en el clima, como las sequías y los cambios extremos en la temperatura, también pueden desencadenar aumentos en los contaminantes y alérgenos, que empeoran la calidad del aire.
“Los niños son más vulnerables a la contaminación, debido a su inmadurez física y cognitiva. Se exponen a más contaminantes y alérgenos, ya que pasan más tiempo al aire libre”, anotó Shah.
© 2023 HealthDay. All rights reserved.