Aunque en los últimos años las cejas fueron las grandes olvidadas del maquillaje, ahora se convierten en las protagonistas absolutas de la expresión facial. Reforzadas por el surgimiento de nuevos tratamientos estéticos como la micropigmentación y microblanding, las cejas gruesas y abundantes se vuelven una tendencia marcada desde las pasarelas hasta las calles.
Al hablar de un marco impecable sin necesidad de cosméticos y pinceles, no nos referimos a la línea azul o roja que se tatuaron nuestras abuelas hace una década, sino al microblanding, la ultima técnica de maquillaje semipermanente e indolora, capaz de lograr un efecto natural.
¿Qué es el microblanding?
Es una adaptación de la técnica japonesa Tébori, que a través de leves trazos semipermanentes aplicados con movimientos tan finos como si se dibujaran diminutas plumas, permite tener unas cejas abundantes. Al pigmentar pelo a pelo se alcanza una gran nitidez, ya que se coloca en un solo trazo y la cantidad de pigmento está controlada por el tatuador cosmético, evitando el riesgo de migración.
Además permite modificar la forma y el color de la ceja. El procedimiento, que requiere de una a dos sesiones según la necesidad de cada persona, puede emplearse a la antigua usando unas pistolas de tatuaje, una especie de lápiz que permite hacerlo a mano alzada o mediante un pincel digital con una aguja muy fina que se mueve rápidamente depositando el pigmento dentro de la piel.
Sin importar la herramienta de diseño se consigue un aspecto natural, sin necesidad de retoques al tratarse de una técnica semipermanente.
¿Cuál es el procedimiento?
De acuerdo con expertos del Spa Yolanda’s, antes de iniciar el procedimiento se realizan mediciones y delineación con crayón de la forma de las cejas más apropiada según la morfología del rostro; tras la elección del diseño se aplica anestesia local en la zona (eliminando completamente cualquier molestia) y se procede a la combinación de color y pigmentos orgánicos, con base mineral e hipoalergénicos (quedando a nivel de la epidermis o superficial).
Luego de estos pasos se procede a la realización del tratamiento con la aguja indicada haciendo trazos finos que apenas se distinguen del pelo real.
Según los expertos, no se necesita edad específica para su aplicación, pero se recomienda a personas mayores de 21 años en adelante o menores de edad acompañadas por sus padres
