TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El verano llega y con él las frutas para refrescarse.
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A orillas de calles y carreteras abundan los vendedores que ponen a disposición las frutas de la temporada.
Mangos, melones, sandías y ciruelas son el menú del verano, comprarlas es casi tradición, comerlas un placer.
Pero más allá de su refrescante sabor, sus propiedades nutricionales son múltiples.
Melón
Jugoso y dulce, el melón es un imprescindible en la mesa cuando se trata de estas fechas.
Esta fruta con más de cuatro mil años de antigüedad y cuyo origen aún es desconocido, es parte de la producción hondureña.
Entre sus múltiples propiedades nutricionales está que el 92% de su composición es agua, por lo tanto es una fruta perfecta para hidratarse en tiempos de calor.
Su aporte de azúcar es de apenas el 6%, además de que contiene potasio, que contribuye con el funcionamiento de los riñones, el corazón, la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
Y magnesio, que, entre otras cosas, ayuda a regular la función de los músculos y el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre y la presión sanguínea.
Sumado a esto, está su aporte de vitamina A, buena para la visión; vitamina C, antioxidante necesario para la reparación de tejidos, y folatos, importantes para el sistema nervioso.
Sandía
Otra fruta predilecta por su frescura.
Al igual que el melón, el 92% de su composición es agua, además de que contiene electrolitos.
La sandía también está compuesta de aminoácidos como la citrulina, que favorece la circulación sanguínea.
Es baja en grasa y es una aliada en las dietas para adelgazar.
Es antioxidante, diurética, tiene vitamina A y fenólicos, carotenoides, triterpenoides y flavonoides que son neutralizadores de los radicales libres.
Mango
Comer mangos es un placer del verano al que casi nadie se resiste.
Esta fruta tropical es rica en vitamina A, C y E. También aporta magnesio y potasio, al igual que el melón y la sandía.
El mango ayuda a prevenir enfermedades degenerativas, los trastornos cardíacos, el cáncer y la diabetes.
Por los betacarotenos es útil para la piel, las mucosas, los ojos y el corazón.
Contiene quercetina, isoquercetina, astragalina, fisetina, ácido gálico y metilgalato que tienen efectos antioxidantes.
El mango también aporta fibra, por lo que contribuye con el sistema digestivo y mejora los problemas de estreñimiento.
Ciruelas o jocotes
Jocotes en el sur, ciruelas en el centro, como sea que llame a esta fruta, es, sin lugar a dudas, una de las grandes favoritas.
Ácidas o dulces, verdes o maduras, se disfrutan como sea.
Ricos en vitamina A, B y C, minerales como el fósforo, hierro y calcio, tiene también entre sus propiedades la fibra, tan importante para el proceso digestivo y el tránsito intestinal.
Contiene cuatro de los aminoácidos esenciales (lisina, metionina, treonina y triptófano) para producir proteínas.
Es un gran alimento para el control del peso porque incrementa la sensación de saciedad, además ayuda a reforzar el sistema inmune, aporta hierro y favorece la salud muscular y ósea.
Como puede ver, estas cuatro frutas comparten muchos de sus beneficios, así que es importante que estén presentes en su dieta de verano.
Se recomienda consumir la fruta entera, y como segunda opción en jugos sin azúcar.
Trate de comerla al momento y no guardarla por mucho tiempo en la refrigeradora para que no pierda los beneficios de sus múltiples propiedades nutritivas.