TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Para muchos la comida no sabe a nada si no va con un toque de picante provocado por el
chile.
En el desayuno, almuerzo o cena, las comidas son acompañadas de chiles verdes o rojos, en la mayoría de los casos fabricados por empresas locales.
Y aunque se piense que el chile daña el cuerpo, resulta que esa sensación de 'fuego' que provoca la capsaicina (sustancia que tiene el chile) ayuda a que la sangre fluya mucho mejor y genere cambios positivos en la flora intestinal.
En el desayuno, almuerzo o cena, las comidas son acompañadas de chiles verdes o rojos, en la mayoría de los casos fabricados por empresas locales.
Y aunque se piense que el chile daña el cuerpo, resulta que esa sensación de 'fuego' que provoca la capsaicina (sustancia que tiene el chile) ayuda a que la sangre fluya mucho mejor y genere cambios positivos en la flora intestinal.
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Resulta que la capsaicina entra en contacto con la saliva y se aferra a los receptores de potencial transitorio V1 (TRPV1) o las proteínas unidas a nuestro sistema nervioso, lo que envía directamente al cerebro la sensación de dolor.
Un estudio realizado en Vermot señala que las personas que comen chiles rojos a diario tienen 13% de probabilidades de no morir, al menos en un período de 20 años.
Eso sí, los chiles consumidos deben ser naturales, es decir que no hayan pasado por un proceso químico.
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