TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Con San Valentín a la vuelta de la esquina, no todo es romance y amor para todas las personas. Algunos seres humanos pueden experimentar la soledad y depresión en estas fechas.
¿Cuál es la causa del malestar psicológico ante un San Valentín en soledad? Hay dos principales tipos de situaciones en las que algunas personas que no están casadas ni tienen novio o novia pueden llegar a sentirse muy mal durante un San Valentín.
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En primer lugar, están quienes hace poco que han salido de una relación amorosa y aún están viéndose afectados por el duelo psicológico que eso produce. A fin de cuentas, el final de un noviazgo o de un matrimonio es vivido como una pérdida de algo a lo que nos unía un fuerte vínculo afectivo y que ya no nos acompaña en el presente, por lo que hay que adaptarse a una nueva realidad, proceso que suele resultar emocionalmente desgastante.
En segundo lugar, tenemos a quienes viven su soltería como un problema porque llevan tiempo buscando iniciar una relación de pareja y no se ven capaces de ello; en este caso, el malestar no está asociado a la pérdida, sino más bien a problemas de autoestima y en algunos casos a la envidia generada por quienes parecen ser felices en un matrimonio o noviazgo.
Ante estas emociones la solución pasa por tener en cuenta tanto el contexto en el que vivimos, el contexto en el que hemos vivido, y nuestras características personales. Y precisamente porque lo mejor es poner el foco en la experiencia de cada individuo, la manera más eficaz de abordar estos casos consiste en ir a psicoterapia, dado que los profesionales de la psicología estudian las particularidades de cada paciente. Ahora bien, si por el momento no se plantea dar este paso o quiere combinarlo con una ayuda extra, sigua estos consejos a modo de pautas y recomendaciones generales.
En primer lugar, es importante que no llegue a la conclusión de que el malestar emocional generado por un día de San Valentín a solas puede ser superado negando ese malestar, haciendo como si no existiera. Eso solo le llevará a sentirse peor por la frustración de no ser capaz de bloquear ese sentimiento ni los pensamientos intrusivos asociados a la soledad no deseada o a la nostalgia por una relación que ya terminó.
Por otro lado la angustia, la soledad no deseada y el resto de experiencias vinculadas al dolor emocional pueden ser transformadas en algo que nos motive a progresar en nuestras vidas; a fin de cuentas, si las emociones incómodas existen es por algo. La cuestión no es evitar sentirnos mal, es evitar entrar en un bucle de autosabotaje y autocastigo como si tuviéramos la culpa de pasar por malos momentos.
Aunque el día de San Valentín tenga asociada una fuerte carga cultural que “nos viene dada” a través de la sociedad en la que vivimos (por ejemplo, a través de los anuncios de televisión, las películas románticas, etc.), siempre tenemos margen de maniobra para darle un significado distinto; es decir, para hacer un San Valentín a nuestra medida.
Por ejemplo, podemos transformar estas fechas en una excusa para hacer actividades en familia o con otros seres queridos, resignificando las tradiciones vinculadas a este día. ¿Se has preguntado si tiene amigos o amigas que estén pasando por algo parecido a lo que le pasa y que agradecerían tener planes con usted?
Por último expertos recomiendan adoptar una serie de rutinas de autocuidado (físico y mental) para evitar que estos malos momentos le lleven a “engancharse” a un mal hábito, algo relativamente común en quienes pasan por una crisis.