TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Al fragor de un enojo se puede decir y hacer muchas cosas de las que luego se arrepiente, después la reconciliación se puede volver un camino cuesta arriba.
Pero nada es imposible cuando dos personas tienen un proyecto de vida en común y luchan por sacarlo adelante a pesar de los tropiezos.
Es por ello que cuando tenga que pedir disculpas y transitar el camino de la reconciliación debe hacerlo desde la buena comunicación, la madurez emocional, el compromiso y la humildad. Nadie colmado de orgullo podrá hacerlo con éxito.
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En una relación es normal y hasta es sano que haya conflictos, solo así puede haber un crecimiento dentro de la pareja, no obstante, hay que saber manejar el conflicto para que este sea parte del crecimiento y no de la separación.
La reconciliación hace que la relación recupere el equilibrio y la armonía, y un consejo básico es que no deje pasar un día con el malestar, porque luego es una bola de nieve difícil de deshacer y detener.
¿Qué hacer?
Lo primero es poner el foco en la relación y no en el conflicto. Es importante que aprecie el valor de la relación y de su pareja más allá de los defectos y diferencias.
Pedir disculpas es esencial, apueste por la sencillez de las palabras para hacerlo, sin tanto rodeo.
Mire a los ojos a su pareja y exprésele un mensaje que nutra la relación.
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Luego pueden hacer algo juntos, alguna actividad que disfruten y que les acerque.
Traten de conversar con sinceridad, aplicando la escucha activa y una actitud asertiva.
