TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En lo que fue una auténtica montaña rusa de emociones, Olimpia y Motagua le regalaron a la afición un espectacular y loco empate 3-3 en el partido de ida de semifinales del Torneo Clausura 2024.
Los 90 minutos disputados en el Chelato Uclés tuvieron como claro dominador a un Viejo León que estuvo en ventaja 2-0 e incluso tuvo ocasiones para liquidar a su rival, sin embargo, en una enorme reacción las Águilas lo dieron vuelta y se quedaron a escasos minutos de llevarse un monumental triunfo, pero un remate desviado de Edwin Rodríguez decretó la paridad.
Con este resultado, que deja sensaciones encontradas en ambos bandos, son los Azules quienes tienen una ligera ventaja, pues les basta otro empate el sábado para clasificarse a la final. Por el lado de los merengues, el conjunto de Troglio debe de ganar por cualquier marcador para dejar fuera al Ciclón.
Olimpia tuvo contra las cuerdas al Azul
El partido inició de gran manera para los dirigidos por Pedro Troglio, quienes esta noche hacían de “home club” en el Nacional y estaban obligados a pegar primero por la desventaja que tienen en el reglamento.
A los 14 minutos el Viejo León se puso adelante en el partido con una fórmula que puso en jaque al Mimado. Jerry Bengtson rescató una pelota que parecía perdida y sirvió para Álvarez, quien con precisión centró a la cabeza de José García para que el defensor convirtiera el 1-0 con un remate de killer.
El León fue eficiente y sin inquietarse logró poner en jaque al Motagua por la misma vía. Al 25’, Gabriel Araújo mandó un preciso centro a la cabeza de Yustin Arboleda, quien con un volátil martillazo marcó un 2-0 que desató la euforia total del público blanco.
Olimpia estaba consiguiendo una gran renta y parecía liquidar a las Águilas. Los merengues eran amos y señores del partido y hasta tuvieron ocasiones para enterrar a un Motagua que no se hallaba en la cancha.
En la parte de complemento parecían los Melenudos quienes estaban abajo del marcador, pero llegaron a perdonar hasta en cinco ocasiones lo que hubiera sido un demoledor 3-0 casi imposible de revertir para el Motagua.
Las figuras de Jonathan Rougier y un salvador Cristopher Meléndez evitaron que Motagua se hundiera esta noche y en cambio recobrara la vida en la eliminatoria.
Partido de locos
Diego Vázquez movió el banquillo y le dieron resultados los ingresos de Rodrigo Auzmendi, Rodrigo Gómez y Carlos “Zapatilla” Mejía.
En una conexión entre argentinos fuertemente cuestionados, “El Droopy” tomó el balón desde el banderín de córner y con precisión sirvió el esférico para que el menor de los Auzmendi descontara el partido a los 67 minutos. El Ciclón volvía a la vida después de estar en la lona.
Minutos después la fórmula le volvió a dar resultados al Azul. Centro cerrado de Gómez, nadie pudo rematar pero ahí estaba Luis Vega, quien con una técnica de delantero top se sacudió la marca, encontró espacio y soltó un remate para vencer a Menjívar y decretar el 2-2 al 75’.
El empate de Motagua rompió por completo el partido y hubo oportunidades en ambas porterías. El ida y vuelta en las áreas tuvo al borde de los asientos a los aficionados, quienes vieron ahogado el grito de gol tras una salvada de Rougier, un remate de cabeza de los Azules que se fue apenas por arriba y un tiro al poste de Rodríguez.
Al 82’ el Ciclón concretaba la remontada por medio de Kevin Álvarez, quien tras un gran desborde se encontró con la pelota botando en el borde del área y sacudió la red con un tremendo riflazo que dejó perplejo a Menjívar y desató la locura Azul en el Chelato Uclés.
Parecía que por fin Motagua acababa con el maleficio de 13 clásicos sin ganar, pero Edwin Rodríguez tenía la última palabra. El ‘8’ del Olimpia fue el que sacó la cara por los Leones en un partido de locos que se le fue de las manos a los merengues.
Tras varios avisos, Edwin se halló con una pelota suelta en el área y con una dosis de fortuna remató y marcó el definitivo 3-3 que deja la moneda en el aire y de paso alarga la sequía de Motagua a 14 partidos sin ganarle al Olimpia.
El Chelato Uclés, que ahora será administrado por el Ciclón, dictará sentencia para definir al segundo finalista del fútbol hondureño. Un empate le basta a las Águilas, mientras que a los Leones solo les vale ganar.
