El recuerdo del 3-1 ante Portland es su mejor inspiración y la convicción de su escuadrón blanco es su mejor motivo para creer en la clasificación...
Héctor Vargas, el adiestrador del Albo, confiesa que canjearía cualquier cosa por eliminar a Pachuca y situarse en los cuartos de la Champions. Pensativo e ilusionado, así se deja ver el León...
¿Qué tal, profe? ¿Ya tiene listo a su equipo para este decisivo duelo de hoy?
Sí, solo terminando algunas cosas, como jugadas a balón parado, corregir ciertos detalles y, luego, esperar el partido para buscar el resultado.
¿Qué destaca de este Pachuca de Diego Alonso?
Por lo que se ve de local, la movilidad del juego y el hacer correr la pelota. Pero a ellos les ayuda la cancha, que es perfecta en México, y quizá aquí pueden ser un poco imprecisos, ya que el campo no está en el mismo estado.
¿O sea que el factor cancha les favorecerá?
Esa puede ser una ventaja, por eso tenemos que cortar la circulación del balón y de los hombres en punta, además de tener precisión con la pelota a ras de piso. Nuestra ventaja podría pasar por sacar provecho en la pelota parada, que es donde ellos tienen ciertas deficiencias.
¿Es decir que el balón parada es su gran arma?
Sí. Ellos tienen a Omar González, de 1.96 metros, pero nosotros tenemos nuestra gente también; supongamos que vamos con Carlo Costly... el resto debe ir con Bryan Johnson y Romell Quioto, que igual van bien arriba y por ahí podemos sacar ventaja.
Con la pelota parada les podemos entrar, acuérdense que igual tenemos a Javier Estupiñán para buscar una pelota allá arriba.
Ahora bien, ¿le preocupa su zaga al enfrentarse a la mejor ofensiva de México?
Es que por eso en el torneo local apuesto a atacar, porque sé que hemos tenido falencias en defensa, ya que es una zaga nueva; el único sobreviviente del equipo campeón es Kevin Álvarez. Pero hoy es un partido especial, donde todos vamos a defender y todos vamos a atacar.
¿Se juega el partido más importante de su vida, Héctor Vargas?
No, este partido quizá tenga la importancia del juego contra Portland y la final con Motagua. Es muy importante porque no hay mañana, pero si analizamos bien todo, no se hizo la inversión para pasar a la siguiente ronda.
Si me decís que si quiero pasar a cuartos, claro que sí, con toda locura quiero pasar y cambiaría cualquier cosa por estar en la otra ronda, pero Pachuca ha invertido para estar en esta instancia y es un rival diseñado para ser campeón de la Concacaf.
¿Tener que ganar por dos goles es una presión extra, León?
Un dos a cero a veces es más perjudicial que el 1-0, ya que te relajás; no tengo ninguna duda que ellos van a cuidar el resultado y si les hacemos un gol, entre lo que van a seguir cuidándose y lo que vayan a buscar arriba, por ahí se les puede complicar la cosa.
¿Entonces espera un Pachuca defensivo?
No. El equipo mexicano se sabe defender, lo hace con la pelota y por eso está el tema de la cancha y la gente que sale a presionar. En la liga de México muy pocos ganan como visitante y cuando lo hacen, son los grandes; aquí será una cosa muy pareja, por eso debemos aprovechar la presencia del jugador hondureño, que va al roce y es fuerte, así como la pelota aérea, que la podemos ganar.
¿Están preparados para frenar cualquier plan?
Tenemos variantes: si nos presionan arriba, tenemos a Quioto y les entramos por ahí y tenemos gente alta que les puede entrar por el juego aéreo, como Costly, el mismo Quioto y Javier Estupiñán en el segundo tiempo.
¿La racha en el Estadio Nacional les da un plus?
Hemos agarrado un poco el tema de la localía. Creo que por eso el otro día hasta me permití meter muchos suplentes contra Vida y dejé dos de los que pasan por su mejor momento, como Quioto y Chirinos, que al final resolvieron el partido.
Y la casa hay que hacerla respetar, ¿no?
Claro. Lo tomamos como que viene alguien de afuera como Pachuca, pasa por la calle, entra a la casa y saca la bicicleta de nuestro hijo... uno reacciona y lo quiere correr. Vamos a salir a ganar