TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ese dicho de que al León no se le urga con vara corta tomó más valor que nunca en un Estadio Nacional que vio cómo el recién ascendido pecó de atrevimiento ante ese Olimpia que terminó dándose un banquete propio de un líder supremo. Los gritos de gol, los abrazos de Pedro Troglio con su equipo técnico y las sonrisas blancas resumieron el 4-1 con el que el Albo apagó a Génesis y demostró que, por ahora, sigue “sin tener rival” en la Liga Nacional.
Veinte puntos, seis unidades de diferencia respecto a sus más inmediatos perseguidores y liderato asegurado de la primera vuelta con un juego menos retratan la supremacía merengue en territorio catracho.
Paliza contundente que contradice mucho lo que fue el partido en los primeros minutos. Y es que como lo había adelantado el Chino Tilguath, el nuevo inquilino de Primera le tocó las barbas al León. Ocho tiros de esquina a favor en 20 minutos, un casi gol a bocajarro que Edrick le sacó a Erlin Gutiérrez y otras tres tapadas de Menjívar fueron razones suficientes para asombrar a todos y para despertar la bravura del Rey de Copas.
Bastaron dos apariciones para que la dupla Bengtson-Benguché encontrara la red y mandara la historia muy encarrilada al descanso. Gabriel Araújo levantó una delicia para que Bengtson, con la cabeza, saboreara el 1-0 y su gol 170 que lo pone a 26 de Wilmer Velásquez.
El 1-0, al 22, llegó por arriba y por la misma vía apareció el segundo, al 40. Cambiaron los protagonistas y el costado del campo. Centro de Kevin López y testazo del Toro para desencajar a Tilguath.
A la vuelta de los camerinos, José Mario Pinto le puso la frutilla al postre merengue. En el primero redondeó el rezago de Araújo con un latigazo (3-0, al 56) y después selló un contragolpe con un remate desde fuera del área: 4-0 a los 65.
Historia sentenciada. Desencajado, el Chino encontró algo de consuelo con el debut de su hijo Caleb y con el descuento anecdótico en un autogol de Jamir Maldonado en el cierre del duelo -86-. Moya y Solano acariciaron el quinto.
Olimpia ubicó a Génesis en su realidad y mira a todos sus rivales desde muy arriba...
