CORTÉS, HONDURAS.- Alumbrando con la linterna de su teléfono celular, Carmen Lilian Orellana se negó a que sus alumnos perdieran un día más de clases y decidió impartir la cátedra pese a la oscuridad que reinaba en el salón de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula, el cual ha sido uno de los lugares afectados por los múltiples apagones reportados en la zona norte de Honduras.
La docente de la carrera de Derecho se volvió viral en las redes sociales tras que uno de sus estudiantes grabara un video en donde se le veía leyendo instrucciones para sus alumnos, mientras ellos también alumbraban con sus dispositivos móviles.
Esta es la realidad que ella y muchos hondureños viven al querer hacer su trabajo, realizar sus actividades diarias o al intentar relajarse tras un día agotador, pues en algunos sectores denuncian que han llegado a pasar más de 12 horas sin el servicio de energía eléctrica y el escenario se repite cada semana.
El departamento de Cortés, donde reside Orellana, ha sido desde 2016 el más afectado a nivel nacional por los apagones realizados por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y la Empresa de Energía Honduras (EEH), llegando a pasar en 2022 casi cuatro mil horas acumuladas sin servicio.
Este dato fue obtenido tras un análisis de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), tras revisar los registros del Centro Nacional de Despacho por medio de una solicitud de Sielho.
El informe también detalla que los departamentos de Colón, Francisco Morazán, Olancho y Yoro ocupan los siguientes lugares en la lista de sectores con más horas sin gozar del fluido eléctrico con registros desde 1540 hasta 646 horas sin energía.
Pronósticos para 2023
En lo que va de 2023 las quejas de los abonados son constantes, pues además de los cortes programados para dar mantenimiento a las redes de transmisión o corregir fallas, los pobladores aseguran que deben lidiar con las interrupciones inesperadas, las cuales se realizan, según expertos, por el déficit en la generación de energía.
De acuerdo a los pronósticos de los expertos, el mapa para 2023 se va pintando muy similar al del año anterior, pues la mayor cantidad de quejas por falta de energía se reportan actualmente en Cortés y Olancho, dos de los departamentos que ocupan los primeros lugares en el ranking antes expuesto.
Esto ha quedado evidenciado con las recientes protestas en sectores como Omoa y Cuyamel, en Cortés, donde los habitantes se han tomado las principales vías y han denunciado pérdidas económicas por no poder realizar sus actividades laborales con normalidad o porque sus aparatos y productos alimenticios se han dañado a causa de los apagones sorpresivos y las extensas horas sin electricidad.
Edgar Aguilar, investigador en temas de energía de la ASJ, dijo que “en el Valle de Sula va a haber un problema hasta que no se mejoren los niveles de inversión en transmisión, distribución y opere nueva generación que provea el suministro para esta zona. En esta área del país se encuentra una buena parte de la demanda industrial, pero la transmisión y distribución se ha quedado desfasada y no es capaz de transportar la demanda sin contratiempos”.
A criterio del investigador en temas de energía de la ASJ, las autoridades deben implementar acciones inmediatas que permitan paliar la crisis a corto plazo, aunque enfatizó que estas solo serán soluciones temporales hasta que se lleve a cabo la contratación de nuevos generadores de energía por medio de una licitación que está pendiente desde 2019.
“Lo primero es pedir que se publiquen las bases de esa licitación, que sea transparente, bajo los mejores términos; pero por otro lado, pensar en soluciones a corto plazo, como la implementación de políticas para que los consumidores grandes no consuman en las horas que hay más demanda, que son alrededor de las 12 del mediodía y a las 7 de la noche, que son las horas en las que usualmente hace más calor y que las personas tienen las estufas encendidas, entonces debería el gobierno plantearse implementar una tarifa de horario por bloques de consumidores, donde bajemos la carga en el sistema cuando hay más demanda y moverla donde hay más oferta”, recomendó el experto.
Además, mencionó que se deben propiciar espacios para que las empresas que autogeneran energía puedan vender su excedente a la ENEE y de esa forma apoyar en la demanda energética, específicamente en la zona norte.
“Ya estamos viviendo muchos apagones y lo mismo va a ser en 2024 y 2025, porque es muy poco probable que una energía con esa licitación usted ya la tenga lista en un año, porque necesita dar espacio para que hayan plantas nuevas”, enfatizando en que si no se cambia el comportamiento de los usuarios al ahorrar energía en sus hogares y si el gobierno no dicta medidas urgentes para resolver la problemática, varios departamentos del país continuarán bajo las sombras.
