Tegucigalpa, Honduras
Para mejorar la calidad de vida de los hondureños es imperativo incentivar las inversiones, generar empleos dignos, crear oportunidades académicas y laborales para los jóvenes y un crecimiento económico inclusivo.
Este es el objetivo en el que el gobierno y el sector privado debe trabajar.
No obstante, persisten los problemas que frenan la creación de nuevos negocios, según el Reporte de Competitividad Global 2017/2018 del Foro Económico Mundial.
Al respecto, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) instó ayer al sector gubernamental a reforzar las ventajas competitivas que tiene Honduras y tomar acciones concretas para corregir los problemas que afectan el clima de negocios.
“Se hace prioritario mejorar la carga y las regulaciones tributarias, la estabilidad y confianza basada en la seguridad jurídica para las empresas, simplificación de los trámites administrativos y reforzar la seguridad ciudadana”, dijo Santiago Herrera, director del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (Cies) del Cohep.
En un comunicado, el Cohep, detalló que “Honduras obtuvo un score (puntaje) de 3.92, inferior al 4.0 que obtuvo el año anterior, donde 1 es el peor y 7 el mejor, por lo que cayó a la posición 96 de 137 países del ranking mundial”.
En el ranking anterior, el país se ubicó en el puesto 88, “con lo cual se puede afirmar que en general se retrocedió ocho posiciones”, detalló.
Con este descenso, Honduras quedó en el cuarto lugar en Centroamérica, solo por encima de El Salvador, que tiene el peor lugar, el 109.
Mientras que Costa Rica (47), Guatemala (84) y Nicaragua (93) fueron los mejor posicionados.
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Factores
Según el informe, los factores más problemáticos para hacer negocios en Honduras son las tasas impositivas, crimen y violencia, ineficiencia de la burocracia gubernamental, corrupción y las regulaciones tributarias.
El director ejecutivo del Cohep, Armando Urtecho, afirmó que no todo es negativo, ya que el Foro Económico Mundial destaca que las ventajas del país son el pilar macroeconómico en las variables como bajo déficit fiscal e inflación, eficacia en el mercado laboral por baja conflictividad entre empleadores y trabajadores.
Asimismo la solidez de la banca y la facilidad de acceso a préstamos. “Tenemos que trasladar la buena calificación macroeconómica a la población”, sostuvo.
