En siete meses de 2022, Honduras logró superar la matrícula de escolares a nivel nacional, pero hay siete departamentos donde la cifra de estudiantes inscritos en menor en comparación con la de 2021.
El año anterior —cuando el país empezaba a adaptarse a la pandemia del covid-19— hubo 1,825,319 estudiantes matriculados en educación prebásica, básica y media, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación, sin embargo, para 2022 (hasta julio), se alcanzó los 1,838,123. Esto significa que hubo un aumento de 12,804 inscripciones.
Para Mario Alas, coordinador del Observatorio Universitario de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), este aumento en la matrícula es un “gran logro”, pero “no significa que hayamos alcanzado la matrícula prepandemia y probablemente ya no la vamos a alcanzar”, dijo.
El experto en educación lamentó que Honduras siempre esté por debajo de la cobertura en comparación con otros países de América Latina.“Estamos por encima de Guatemala por su población indígena, más o menos igual que Nicaragua y El Salvador, debajo de Costa Rica y Panamá”, detalló.
Departamentos
De los 18 departamentos del país, hay siete que están en números rojos, ya que no se ha logrado alcanzar la matrícula reportada por Educación en 2021.
De acuerdo con análisis realizados por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus, Francisco Morazán es el departamento más afectado, ya que hasta julio de 2022 tenía 5,634 estudiantes menos que los reportados el año anterior.
Para 2021, Educación contabilizó 337,070 escolares inscritos en las escuelas y colegios de este departamento, mientras que siete meses de 2022 apenas suman 331,436.
En Cortés, donde el mismo ministro de Educación, Daniel Sponda, reconoció que han tenido problemas, la matrícula fue superada en un 0.6%.
Lastimosamente en Atlántida no ocurrió los mismo, pues al igual que Francisco Morazán este año hay 521 alumnos menos que los registrados en 2021. En el primer año los reportes oficiales hablan de 86,377 matriculados y en el segundo fueron 86,898.
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En Choluteca y Valle, ambos ubicados en el sur de Honduras, la cifra de estudiantes inscritos cayó en un 0.9%, respectivamente, en comparación al año anterior, mientras que en Yoro se habla de 736 estudiantes menos.
El Paraíso es el departamento que —aunque está entre los que no superaron o igualaron su matrícula— tiene la cifra más baja, ya que la diferencia entre las inscripciones de 2021 y 2022 apenas es de 10 alumnos.
Según Alas, la baja en muchos de estos puntos geográficos evidencia que “es más fácil que los estudiantes retornes en las áreas rurales que en los grandes centros urbanos”.
El investigador y docente se refirió específicamente a Cortés y Francisco Morazán, donde las escuelas cerraron completamente y hasta este año volvieron a la semipresencialidad, contrario a los centros educativos ubicados en regiones rurales con pocos casos de covid, que desde 2021 decidieron que los estudiantes retornarían a las aulas de clase.
Esto también se evidencia en las cifras, ya que departamentos como Gracias a Dios, Colón y Olancho lograron superar la cobertura del año pasado.
Preocupación
La educación escolar de Honduras se divide en tres niveles: prebásica, básica (de primero a sexto grado) y media.
Al analizar las cifras de matrícula en cada nivel educativo, este rotativo encontró que en 2022 hay buena respuesta en los primeros dos ciclos de formación, ya que la matricula aumentó en comparación al año anterior.
En media (que incluye ciclo común y diversificado) hubo una baja significativa, lo que no es casual porque “siempre se advirtió que cuando los muchachos de 14, 15 y 16 años se retiran es muy difícil que regresen porque ellos se empiezan a convertir en fuentes de ingreso de la familia, entonces la educación ya no es su principal ocupación”, explicó Alas.
De acuerdo con las cifras, en primer ciclo de básica (primero y segundo grado) hubo 14,992 más matriculados que en 2021, cuando se contabilizaron un poco más de 200 mil estudiantes.
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En las inscripciones para el nivel de media más bien cayó en un 5.55%, lo que es preocupante porque se trata de estudiantes que difícilmente volverán porque emigraron, consiguieron empleo o consideran que estudiar no les servirá para encontrar trabajo.
Romina Rosales, especialista en género de Plan Internacional, afirmó que a esto se suma otro problema, pues hay niñas que dejaron sus estudios porque “se quedan en la casa haciendo labores domésticas o tareas de cuidado”.
La experta lamentó que de 2020 a 2021 la cifra de niñas que desertaron del sistema educativo cayó 1.3%, en muchos casos porque “cuando se debe priorizar quién va a continuar en la escuela en la familia ante una situación de dificultad económica, generalmente se prioriza a los niños, por ese rol de que el chico en algún momento va a ser el proveedor de su familia y la niña se va a casar, tener hijos y encargarse del hogar”.
