Ante la CIDH expondrán caso de afectados por marejadas en Cedeño
Algunos de los afectados en Cedeño presentarán un petitorio para que la CIDH resuelva y el Estado haga una relocalización para los afectados. Proyecciones del PNUD no pintan un panorama alentador para las costas hondureñas, pues para 2039 podrían quedar bajo el agua 2.6 kilómetros cuadrados de tierra
La playa de Cedeño ha perdido varias cuadras. La población afectada retrocede a medida que el mar avanza. Cada vez que hay marejadas el agua acapara más terreno.
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MARCOVIA, HONDURAS.- El nivel del mar aumenta, el agua rompe con violencia la barrera invisible que está justo en la playa para terminar inundando las humedecidas casas de los pescadores que están en la primera línea, justo a pocos metros del océano.
Para los pobladores ya no es extraño ser vulnerables ante las marejadas, pero sí sienten el efecto, pues cuando el mar avanza ellos retroceden.
Este fenómeno ha afectado por décadas a unas 2,000 familias en las diferentes playas de Cedeño, en Marcovia, Choluteca, por eso el caso ya fue expuesto en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Ahora los afectados, con apoyo de varias organizaciones, presentarán un petitorio ante el organismo internacional en el que buscan que el Estado haga una relocalización de la población. El petitorio expone la vulnerabilidad de varias comunidades en tres países: Honduras, Colombia y México.
En el caso de Honduras, se evidencia la vulneración de los derechos humanos y las necesidades de la población, explicó Adelina Vásquez, directora del Centro de Desarrollo Humano (CDH).
”Según las personas en Cedeño, según la comunidad que queda ahí, el reducto de la comunidad que queda, ellos dicen que han colocado sus peticiones a nivel de todas las organizaciones que llegan a la comunidad, en este caso a Cedeño, pero que no habían encontrado eco en que les pusieran atención realmente a su problemática”, afirmó.
La experta en derechos humanos dijo que la situación que viven los pobladores no comenzó hace 10 años, sino que lleva medio siglo, solo que ahora se ha agudizado “Ellos (los afectados) no valoraban hasta qué punto el mar se estaba tragando, digamos, se estaba bullendo, como dicen”, lamentó
Afectados lo perdieron todo
EL HERALDO Plus realizó un recorrido por varias playas de Cedeño donde los pobladores contaron lo que les toca vivir cada vez que hay marejadas. Algunos relataron cómo perdieron su patrimonio y ahora viven en casas de madera o champas.
“La primera casa que hicimos está como a tres kilómetros adentro del mar. Cada vez que avanza el mar venimos retrocediendo”, contó don Sabino Antonio Fuentes, un pescador de Cedeño que vive en la ribera de la playa.
El hondureño relató que hace 47 años compró la propiedad, pero al año de vivir allí el mar les llevó la casa. “La hicimos más para acá, entonces él la va botando, nosotros vamos retrocediendo”, dijo.
“Hemos perdido nueve casas, esta es la casa número diez que voy haciendo y que ya está a punto de botarla también”, lamentó.
Sentado en una silla de plástico, debajo de una champa que está frente a la vivienda de madera, don Sabino contó que recientemente hubo marejadas y que el agua “la aterró, ya está bien bajito todo”.
La Alcaldía de Marcovia, que también administra Cedeño, afirmó que en la última década este fenómeno ocasionó que 250 metros longitudinales de tierra quedaran bajo el mar.
La plataforma de datos Horizontes Climáticos Humanos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierte que para 2039 las costas hondureñas (las ubicadas en el Atlántico, Caribe y Pacífico) perderán 2.6 kilómetros cuadrados de tierra debido al crecimiento del mar.
Esto significa que en promedio 137 metros cuadrados quedarían bajo el agua cada año. Las proyecciones para el final de siglo son aún más alarmantes.
Para Vásquez estos datos muestran la necesidad de que las personas afectadas sean relocalizadas, pues eso significaría “tomar en cuenta los servicios que la comunidad necesita, porque no solo es mover nueva tierra, nuevas viviendas, las facilidades realmente para relocalizarse”, puntualizó.
Afirmó que en sus registros contabilizan a 4,000 personas afectadas por las marejadas solo en Cedeño.
Nery Amador Rodríguez, un pescador que vive en Los Delgaditos, otra playa de Cedeño, es uno de los pobladores que ha perdido su vivienda en cinco ocasiones.
“Esa era la casita donde nosotros vivíamos con nuestra mamá, papá y hermanos y lastimosamente el mar como ha venido avanzando nos destruyó nuestro hogar”, dijo mientras señalaba los restos de la vivienda.
De la casa solo queda el área donde estaba la pila y los sanitarios, lo demás fue destruido por el fuerte oleaje.
Al igual que don Sabino, a Nery le ha tocado retroceder cada vez que el mar avanza, aunque si las marejadas se llevan nuevamente su casa yo no tiene para dónde agarrar, pues atrás de la vivienda hay una laguna privada.
“No sé que va a ser de nosotros”, lamentó mientras veía la casa de madera en la que vive junto a su esposa y cuatro hijos.
Según Vásquez, estos casos serán expuestos ante la CIDH y esperan que resuelva y haga un llamado al Estado de Honduras para que preste atención a esta problemática producto del calentamiento global.