En picada incautación de narcoavionetas en el Caribe de Honduras

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hace dos años aproximadamente las narcotavionetas que venían del sur de América tenían a Honduras como principal pista de aterrizaje, sobre todo en los departamentos cercanos al océano Atlántico.

Allí descargaban la droga, luego la almacenaban en zonas inhóspitas para después transportarla a Guatemala y México por diferentes rutas terrestres y marítimas.

Otras solo aterrizaban, cargaban combustible y seguían el vuelo hacia el gran mercado de norteamérica, pero ahora parece que todo ese ritmo de las organizaciones de narcotráfico está cambiando.

Todos los meses las autoridades de la Fuerzas Armadas (FF AA) y de la Policía Nacional comunicaban sobre el hallazgo o la identificación de al menos aeronave cargada o sospechosa de transportar droga por el territorio hondureño.

Entre los años 2022 y 2023 ese tipo de noticias fueron mermando, es decir, la aparición de narcoavionetas en el territorio hondureño se fue en picada.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus tuvo acceso, a través de la solicitud de información SDD-450-2023 realizada a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), a información sobra la cantidad de trazas (reflejan las rutas que deben seguir las aeronaves), avionetas incautadas e interceptadas desde 2020 hasta 2023.

En los cuatro años, las Fuerzas Armadas de Honduras reportaron 127 trazas y 14 aeronaves incautadas, especialmente en Gracias a Dios, Colón y Olancho, sin embargo, la cifra ha ido en picada, por eso las autoridades concluyen que se debe a que el crimen organizado está dejando atrás el Caribe y apunta al Pacífico del país.

Solo en la identificación de aeronaves sospechosas, la inspectoría de las FF AA informó que la identificación a través de los radares que controla la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) ha estado en un sube y baja.

Por ejemplo, para el 2020 se contabilizaron 51 trazas de aeronaves sospechosas, para el 2021 sumaban 13, en el 2022 aumentaron a 40 y hasta el mes de octubre de 2023 la cifra disminuyó a 23. En los cuatro años hubo 127.

Pero que se haga la detección de las narcoavionetas no quiere decir que todas son interceptadas por los equipos antidrogas, y mucho menos que caen en el territorio nacional.

Guillermo Rosales, comandante de la FAH, declaró a EL HERALDO Plus que sí se ha visto una disminución en el número de trazas y se les ha estado dando seguimiento a las aeronaves identificadas.

Reveló que la tendencia de las aeronaves sospechosas de transportar droga ya no es quedarse en el país, es decir, algunas surcan el cielo nacional para cruzar hacia otras naciones.

Aseveró que ya no es tan frecuente su llegada como antes, sobre todo a Gracias a Dios, porque ha disminuido con el combate de las tres fuerzas: Aérea, Marítima y Terrestre.

Los mismos datos de las FF AA, analizados por la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, revelan que la incautación de las aeronaves en el territorio nacional cayeron, especialmente en los años 2022 y 2023.

El reporte establece que en los cuatro año fueron incautadas 14 narcoavionetas. Si comparamos las 127 trazas reportadas desde 2020 hasta 2023 con la cifra de incautaciones queda en evidencia que en Honduras apenas se localiza el 11% de las narcoavionetas sospechosas.

Por ejemplo, los datos dicen que en 2020 y 2023 no se realizaron incautaciones de aeronaves respecto a las trazas que fueron detectadas.

Esto genera suspicacia, ya que en 2020 fue cuando más trazas fueron detectadas por los radares, sumando 51, mientras que hasta octubre de 2023 se contabilizaron 23 trazas, pero ninguna incautación.

De acuerdo con los datos, 2021 fue el año que más aeronaves detectadas fueron incautadas, pues se contabilizaron 12, lo que significa que en promedio era ubicada o interceptada una narcoavioneta por mes.

La cifra cayó completamente para 2022, cuando apenas fueron incautadas dos avionetas que cruzaban por el territorio nacional.

El departamento que registró mayor número de avionetas incautadas fue Gracias a Dios, ya que de las 14 registradas entre los años 2021 y 2022, nueve cayeron en ese territorio, representando el 64% del total.

En segundo lugar se ubica el departamento de Colón, donde localizaron y hallaron cuatro aeronaves (equivalente al el 28.5% del total), mientras que en Olancho fue detectada y encontrada una.

Las avionetas generalmente son destruidas o por lo menos eso es lo que intentan las personas que las dejan abandonadas. Los datos de la FF AA dicen que el 57.1% de las narcoavionetas halladas estaban quemadas y el 7.14% destruidas. Del total el 35% no había sido dañada.

Cuando las aeronaves fueron encontradas, en su mayoría, estaban vacías. De las 14 aeronaves incautadas por medio de las trazas se encontró droga solamente en tres: 272 kilos en una, 130 en otra y 440 kilos en la tercera, capturando a dos personas relacionadas con los cargamentos.

En cuanto a las interdicciones aéreas, es decir, que los pilotos de las FAH le dieron seguimiento a las naves sospechosa que invadieron el espacio aéreo hondureño y las obligaron a aterrizar o salir del país, se registraron 13.

Para el año 2020 le dieron seguimiento a siete aeronaves, pero ninguna cayó en el territorio nacional, según los datos de las FF AA. Un año después, en 2021, interceptaron tres y hasta octubre del año pasado se había reportado la interdicción de una, pero tampoco la hicieron bajar.

El departamento con más interdicciones registradas es Gracias a Dios, con nueve, según los registros, teniendo mayor incidencia el municipio de Brus Laguna (con ocho) y Ahuas con una.

Le sigue Colón con tres, registradas todas en el municipio de Iriona. En último lugar aparece Olancho, con una interdicción en San Esteban, de acuerdo con los reportes.

“Se ha dado una disminución muy grande en este tipo de trazas y ahora estas trazas se están yendo al Pacífico, bien adentro del mar, y suben por Guatemala hasta México”, afirmó el comandante de la FAH, Guillermo Rosales.

Al mismo tiempo refirió que “para nosotros se ha disminuido bastante la afluencia de este tipo de trazas y la aparición de aeronaves, pero nosotros tratamos de mantener el control”.

Como encargados del Escudo Aéreo del país, siempre tratan de mantener algunas aeronaves listas para cuando aparecen trazas sospechosas, los aviones militares despegan para darles seguimiento, comentó.

Pero la tendencia que se ha visto, es que cuando se sienten perseguidos deciden irse un poco más hacia República Dominicana, muy cerca del mar y bajan a México.

Igual se ha disminuido la destrucción de las áreas clandestinas de aterrizajes, mejor conocidas como narcopistas, con el fin de evitar el aterrizaje de este tipo de aeronaves.

Al consultarle si no es porque han dejado de funcionar los radares que se ha disminuido la cantidad de aeronaves incautadas y el número de trazas, Rosales refirió que estos siguen activos.

“Tenemos radares activos y sí estamos detectando (aeronaves) y estamos buscando mejorar la capacidad con la reparación de uno de los cuatro radares que tenemos”, afirmó.

Dijo que el radar que se compró a Israel está funcionando y que tiene cobertura nacional, pero se está negociando con empresas de Estados Unidos para recuperar uno que se dañó.

Al concretar la reparación, la FAH tendría en funcionamiento alrededor de cuatro radares, ya que en este momento solo hay tres operando.

También es de tomar en cuenta la evolución de las organizaciones criminales, ya que en los últimos años han ido haciendo de Honduras un territorio productor de cocaína.

Mario Rivera, vocero de las FF AA, informó que en las operaciones contra el narcotráfico durante 2023 se erradicaron más de 6.8 millones de arbustos de hojas de coca en los departamentos de Yoro, Colón, Atlántida, Olancho y El Paraíso.

También destruyeron 26 narcolaboratorios con precursores químicos para la elaboración de pasta de coca, y decomisaron más de 6,000 kilos de cocaína.

En esas acciones de combate al tráfico de droga vía aérea, se inhabilitaron siete áreas clandestinas de aterrizaje, en las regiones al norte de Honduras, aseguró.

Raúl Pineda Alvarado, estudioso y analista en temas de seguridad, criticó que ni siquiera los organismos de interdicción del Estado de Honduras saben por qué las trazas cuando las naves entran al territorio hondureño desaparecen y luego reaparecen cuando ya están fuera de las fronteras.

“Ese es un tema que preocupa profundamente y que se expresa en una muy pequeña cantidad de droga decomisada, ya que países como Costa Rica y Panamá, que no tienen ni siquiera FF AA, decomisan cinco o seis veces más que lo que decomisa Honduras”, condenó.

Subrayó que ese es un tema que debe preocupar a las autoridades del Ministerio Público (MP) y a los organismos especializados en ese campo.

“Las propias autoridades hondureñas se quejan de la pérdida de esa trazabilidad, que es fundamental para la interdicción aérea”, lamentó.

“Lo mismo pasa con las embarcaciones que transitan por alta mar y esto hace que Honduras realmente esté en la mira de muchos países afectados por la droga, en función de que los resultados no corresponden a las inversiones efectuadas”, condenó.

Sobre que Honduras se está convirtiendo en un país productor, Pineda Alvarado indicó que todavía no está categorizado como un gran productor de droga.

“Simplemente se están haciendo experimentos orientados a establecer si el terreno es apto, ya que no cualquier planta de coca es apta para el cultivo y elaboración de clorhidrato de cocaína”, detalló.

En cuanto a están dejando el Atlántico para aprovechar las rutas del Pacífico, refirió que un cartel no puede utilizar la ruta de otro y lo que hacen es modificar alguna ruta en la medida que los norteamericanos también se ubiquen en los puntos de interdicción.

“El verdadero problema es que no se está haciendo lo que se debe hacer y se está desviando la atención, destruyendo cultivos de coca, donde nunca aparece el dueño del terreno, ni el dueño del laboratorio, y la labor de inteligencia de antinarcóticos es muy, muy, pero muy modesta”, lamentó.

Precisó que el problema del narco es que genera mucha corrupción y violencia en el pleito de las rutas, del bodegaje, del transporte y por la distribución.