Honduras busca usar IA para rastrear plantaciones de coca y marihuana
Expertos y autoridades coinciden en que la inteligencia artificial es un método más eficaz para rastrear cultivos ilícitos, pero es una tecnología muy costosa y necesita supervisión humana
Detectar estas plantaciones de drogas en Honduras implica el desplazamiento de un buen número de efectivos para una operación exitosa.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las autoridades hondureñas enfrentan una lucha constante contra el narcotráfico. Desde 2014 hasta 2024, han documentado la destrucción de 94 plantaciones de coca y 65 de marihuana.
Sin embargo, el empleo de métodos tradicionales hace que estos esfuerzos sean insuficientes para eliminar completamente los cultivos ilícitos, que siguen aumentando en el país, especialmente en La Mosquitia y el litoral atlántico.
Para cambiar el modelo de rastreo de estas plantaciones, Honduras está considerando la implementación de tecnologías de inteligencia artificial (IA).
“Se está desarrollando lo que es la idea para la implementación, porque ese tipo de tecnología no está existente en el país todavía”, dijo a EL HERALDO Plus el subinspector Noé Carral, portavoz de la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA).
Aunque exterminar los cultivos ilegales es una tarea importante en el combate a las drogas en Honduras -al grado que hubo varios años con más operativos de esta naturaleza que de incautación de cocaína-, es una actividad que implica grandes recursos y de ejecución muy lenta.
Aunque se logran destruir plantaciones en algunas áreas, nuevas hectáreas suelen aparecer rápidamente en otras zonas.
La inteligencia artificial podría ser uno de los mejores aliados en esta labor, ya que con su uso se podrían localizar fácilmente estas plantaciones y, mejor aún, anticipar dónde van a aparecer nuevas áreas de cultivo de coca o marihuana, coincidieron expertos y autoridades entrevistadas por EL HERALDO Plus.
Dificultades
El trabajo de localización de cultivos es una tarea que puede durar varios días, ya que se necesita la ayuda de varios expertos para demostrar si en efecto las plantaciones que hay en esas áreas son de coca o marihuana, puesto que las plantas pueden llegar a confundirse.
El subinspector Carral describió, por ejemplo, que “se utiliza lo que es especialista en materia, especialistas con base en el levantamiento de muestras que se mandan a los laboratorios de Medicina Forense, también especialistas en la zona para cuantificar lo que son las plantas, los arbustos de coca o ya sea de marihuana, para posteriormente, Medicina Forense sea quien diga un dictamen final”.
Habitualmente, estas plantaciones suelen encontrarse en el Atlántico y La Mosquitia del país, ya que el terreno es fértil para su crecimiento.
Aunque los reportes de las Fuerzas Armadas indican que entre 2014 y 2024 decomisaron 94 plantaciones de coca y entre 2017 y 2024 al menos 65 de marihuana, la Secretaría de Seguridad maneja cifras más precisas, pero en un intervalo diferente de tiempo.
Solo entre 2018 y 2022 incautaron 1.7 millones de plantas de coca que estaban en 204.9 hectáreas de tierra a nivel nacional, según indican la respuesta a la solicitud de información SSSS-1942-2023 de esa institución.
El 65% de estas plantas fueron decomisadas en Iriona, un municipio de Colón, menciona el reporte de Seguridad. En Patuca, en el departamento de Olancho, también encontraron 375 mil plantas de coca en diferentes operaciones entre 2018 y 2022, que estaban distribuidas en 53.5 manzanas.
Sin embargo, esto también representa un obstáculo por ser una región de difícil acceso. Hasta el momento, las autoridades solo cuentan con recursos limitados para el aseguramiento, utilizando vigilancia aérea y terrestre.
Por otro lado, una de las ventajas que tienen los equipos que trabajan en la erradicación de estos cultivos es que ya cuentan con una zona mapeada, es decir, que ya se manejan las regiones en donde las plantas crecen vertiginosamente.
¿Cómo funciona?
La IA tiene el potencial de proporcionar datos precisos y en tiempo real, mejorando la eficiencia de las operaciones de erradicación.
Bajo este modelo se equipan drones con cámaras de alta resolución que pueden sobrevolar grandes extensiones de terreno o se utilizan imágenes satelitales.
Paralelamente, hay un programa de inteligencia artificial que puede detectar patrones específicos por tipo de cultivo, entre ellos la marihuana y la hoja de coca, que vía terrestre sería muy difícil identificar.
Asimismo, se pueden contar con programas que permitan saber la ubicación exacta de ese terreno con coordenadas (georreferenciales), equipo satelital (para obtener imágenes en tiempo real) y efectivos antidrogas que acompañen las operaciones de reconocimiento en campo, explicaron expertos.
Para entender mejor el funcionamiento, EL HERALDO Plus dialogó con Marco Canales, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec), y Reymond Bocanegra, jefe de la carrera de Ingeniería en Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial del mismo centro universitario.
Los expertos aclararon, como primer punto, que se requiere un entrenamiento completo de los modelos de IA para este funcionamiento específico, por lo tanto el trabajo de personal capacitado es de suma importancia para garantizar mayor efectividad del sistema.
El modelo de inteligencia artificial debe ser entrenado como si fuera un niño. En este sentido, el satélite pone a disposición una serie de imágenes, de las cuales algunas suelen ser públicas; entonces, para llegar a un objetivo específico se deben procesar y entrenar dentro del programa de la IA.
El entrenamiento consiste en insertar las imágenes a un servidor y darle instrucciones, es decir, se le ordena o se le dice a la IA cuál será su tarea al enfocarle las imágenes en diferentes ángulos y resoluciones.
El proceso de entrenamiento se puede tardar de seis a nueve meses, debidamente la colección de imágenes que ha proporcionado el satélite se deben de automatizar para que empiece a generar un reporte en el que otra persona pueda revisarlo.
Cabe resaltar que para obtener este tipo de modelo es necesario disponer de varias tecnologías trabajando para un mismo fin. Estos modelos de aprendizaje profundo se llaman redes neuronales.
Unitec ya cuenta con un programa similar que maneja una lógica similar para detectar este tipo de plantaciones ilegales, pero con otro propósito.
Este modelo fue creado por profesores y estudiantes con la intención de detectar lugares para poner paneles solares. El modelo es el mismo y, según explica el ingeniero Bocanegra, solo se necesita entrenar a la IA en el reporte específico.
La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, por su parte, expuso que también podrían utilizarse en otras áreas, como el seguimiento de redes y datos, el lavado de activos y descubrir todos esos recursos financieros que se mueven entre los bancos.
Inversión costosa
La implementación de tecnologías de inteligencia artificial en la detección de plantaciones de drogas implica una inversión bastante costosa.
Adquirir y mantener drones equipados con IA, cámaras de alta resolución y software especializados puede tener un costo muy elevado.
Sumándole a ello, se necesita la capacitación de todo el personal que haría uso de los equipos.
No obstante, la implementación de la IA podría reducir el tiempo, recursos, dinero y precisión, según Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
Además, Castañeda planteó que “la inteligencia artificial pueda apoyar a predecir las rutas más probables utilizadas por parte de estas redes criminales, que vienen desde el sur del continente y van hacia el norte, pues obviamente eso viene a beneficiar bastante en la investigación”.
Pese a que se considera muy costoso, hay secretarías del Estado que ya trabajan con inteligencia artificial, entre ellas el Instituto de Conservación Forestal (ICF), que utiliza sensores remotos y equipos satelitales para detectar cambios en la cobertura boscosa, permitiendo distinguir entre áreas forestales y no forestales.
El problema es que la tecnología actual de la institución no tiene la capacidad suficiente para detectar cultivos ilícitos en el país, aseguró Manuel Erazo, jefe del Centro de Patrimonio Forestal del ICF.
Además, para instalar este modelo es necesario medir ciertos intervalos de confianza. “Es importante manejar con prudencia los desafíos de seguridad y privacidad... siempre van a haber falsas detecciones muy bajas al inicio, entonces es bien importante de que esa información no se vaya a tomar como un tipo de acusación hacia personas que también no tienen nada que ver con un proceso ilícito”, advirtió el ingeniero Canales, de Unitec.
Al final, Canales valoró que “la inteligencia artificial se tiene que ver como una herramienta... importante manejarla con el mismo cuidado que uno manejaría una herramienta, digamos, que pueda ser de doble filo”.
Para contrarrestar eficazmente el narcotráfico, Honduras deberá formar alianzas con instituciones que ya manejan la inteligencia artificial, adaptando esta tecnología para la localización de plantaciones ilícitas.