“Los pandilleros nunca van a salir a las calles... para eso está el Cecot para que estén ahí hasta el último día”

SAN SALVADOR, EL SALVADOR.- El ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, llegó puntual a la entrevista pactada en un amplio salón del Centro de Investigación Forense (CIF) de la Policía Nacional Civil (PNC).

Las instalaciones donde las autoridades cuscatlecas recibieron a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus son de reciente construcción y están orientadas a fortalecer la investigación en el aspecto científico, con un moderno sistema acústico forense, sistema automatizado para identificar huellas digitales y registro balístico actualizado.

Antes de comenzar la entrevista, Villatoro solicitó un espacio para hablar sobre Honduras y lo que está viviendo a nivel de centros penitenciarios. “Lo que está viviendo Honduras en un poco del escenario del que vivió El Salvador luego de la firma de los acuerdos de paz, allá por la década de los noventa, 2010, 2020, donde definitivamente eran los grupos criminales los que mandaban en las prisiones y durante más de esos 20 años que estuvimos bajo las cárceles en manos de los grupos criminales con revueltas, reyertas, masacre, lesionados y esos lugares eran universidades para criminales... los crímenes se ordenaban desde las cárceles, pero con voluntad todo se puede revertir”.

Sentado en una silla dentro dentro recinto, Villatoro contestó las interrogantes de EL HERALDO Plus. Estas fueron sus valoraciones.

¿Cuáles son las disposiciones generales para el tratamiento de privados de libertad?

Lo que estamos haciendo en esta fase de guerra en contra de las pandillas es activar protocolos dentro de un estado de derecho, leyes que no aplicaban. ¿Qué tratamiento le estamos dando?, pues sencillo, lo que ya ordena la ley no solo penitenciaria y también las disposiciones de jueces en toda la veeduría que deben de tener los jueces de vigilancia penitenciaria sobre reos, atendiendo la naturaleza del mismo si es común o grupos pandilleriles.
El sistema carcelario se rige por la la Ley Penitenciaria y de conformidad con el artículo 27, inciso tres, de la Constitución de la República, es obligación del Estado organizar los centros penitenciarios con el objeto de corregir a los delincuentes , educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación y la prevención de los delitos. Con la llegada del presidente Nayib Bukele se recupera el control de las prisiones que hasta ese momento era dominado por estructuras criminales.

¿A qué centro penal asignan a cada reo, porque durante el régimen la captura se realiza sin un cargo?

El cargo está claro: agrupaciones ilícitas por ser parte de una estructura terrorista. Ese es el delito. Algo que activamos con el protocolo de guerra es que es un centro penal que es el que se encarga de recepcionar a todos los detenidos, comunes, pandilleros y ahí es donde se registra, se afilian al sistema y luego desde ese sector se reparten a los diferentes penales, lo que antes era la cárcel de mujeres Ilopango, ahora es nuestro penal donde recibimos, registramos y repartimos, pandillas; Izalco, segunda etapa de Mariona; Penales de Oriente; Zacatecoluca y algunos a Cecot.
La normativa vigente establece la forma en que el sistema carcelario estará estructurado; en término general se clasifican según su función: centros de admisión, centros preventivos, centro de cumplimiento de penas, granjas penitenciarias y centros especiales. Los internos están distribuidos de acuerdo con su condición legal.

¿Cómo lograron cambiar los protocolos?

Recibir un sistema penitenciario con todas esas malas prácticas, vicios, el reo no salía del penal a traer las cosas, entonces requería colaboración de los guardias penitenciarios, viene todo un proceso de limpieza y separación de guardias que generaban este tipo de actos, se aprende mucho de la convivencia en el sentido que se debe respetar de ellos todas las disposiciones que emanan los directores de centros penales.

Nosotros visitamos algunas cárceles y vimos el proceso de reinserción, ¿podría ampliarlo?

Esto viene en razón de conformidad con nuestra ley, obviamente parte todo del tratamiento, como te decía, si es un delito común, alguien al calor de los tragos que mató a otra persona o la lesionó, robo, estafa; este tipo de internos va a otro centro penal. Luego ellos empiezan un proceso para poder incorporarse en los programas el insignia es Cero Ocio, pero antes ellos pasan todo el día recibiendo capacitaciones sobre diferentes oficios. ¿Por qué es importante para ellos aplicar?, porque según nuestra legislación en el caso de los reos que están dentro de este programa Cero Ocio el día trabajado vale por dos de pena, todo esto hemos venido puliendo, mejorando y ha sido de mucha utilidad para la sociedad, para el gobierno, porque hemos utilizado estos reos en estos programas con capacitaciones diarias.

Pero esto no incluye a pandilleros, ¿qué tratamiento se les da?

Te digo, estamos llevando todo esto dentro de un estado de derecho. Obviamente creemos mucho en el tema de la rehabilitación, readaptación y eso es algo que le vamos a apostar no solo porque está en la ley. Para ciertas personas puede haber una segunda oportunidad, ya cuando hablamos de estructuras terroristas no tenemos ningún tipo de esperanza y tampoco ningún tipo de deseo de pensar que ellos el día de mañana se van a readaptar, estamos hablando de los miembros de la pandilla, no de la base social, la base social sí le vamos a realizar rehabilitación, pero los miembros de esas estructuras para ellos está diseñado el Cecot y los talleres que tenemos ahí, obviamente para que ellos se capaciten en el uso de maquinaria, de talleres para lo que van a tener adentro de Cecot, pero ellos nunca van a salir a las calles a dar ningún trabajo comunitario, es un tratamiento completamente diferente que se basa en el derecho humano, pero también el entendimiento que ese ciudadano pertenece a una estructura terrorista y que para ser parte de esa estructura tuvo que haber matado a más de un salvadoreño, eso ofende a algunos países pero yo les he preguntado tráiganme ustedes algún científico que haya logrado resetear la mente de un asesino serial y si lo han logrado nosotros, le prometo vamos a caminar y lo vamos a intentar. Hay que entender que los miembros de estas estructuras son asesinos seriales, pasaron 30 años matando salvadoreños. ¿Qué esperanza tienen científicamente?, románticamente podemos hablar de rehabilitación, pero ese tipo de criminales no van a readaptarse nunca por eso esta el Cecot para que estén ahí hasta el último día que cumplan su pena.
Los terroristas deben asesinar para subir de rango, hay una base social que ellos denominaban, paros, postes chequeos y colaboradores, que es donde creemos que puede haber una posibilidad y readaptación, pero existe un grupo de más de 50 mil asesinos seriales que no.

¿Tienen talleres en Cecot los pandilleros?

En Cecot, la lógica es penales industriales donde ellos van a tener que estar trabajando, los días que estén en la cárcel que se espera que sean por muchos, muchos, muchos años.

¿Cuántos privados de libertad hay en El Salvador?

Más de 90 mil a nivel de toda estructura criminal.

En Honduras aún no se ha podido establecer una forma para tener éxito con el tratamiento de privados de libertad, ¿de qué depende?

Bastante liderazgo, firmeza, valentía en esto, naturalmente haber hecho un estudio de los últimos 20 años en el fenómeno pandilleril, pero sobre todo haber aprovechado todas estas leyes perversas, porque las leyes perversas en materia penal que tenía El Salvador no eran exclusivas de El Salvador, es algo que también está en otros países de América Latina. Si tu quieres saber quiénes han sido los pandilleros en los últimos 20 años te vas al registro judicial, porque ellos en ese sistema perverso entraban y salían, ahí está, ahí encontramos nosotros los perfiles de estos 76,600 que teníamos registrado cuando se activa el 27 de marzo el régimen de excepción.

¿Honduras se acercó a ustedes para pedir ayuda?

Hemos tenido un par de pláticas informales, naturalmente nosotros estamos abiertos a colaborar, apoyarnos, contarnos de nuestra experiencia, pues no ha sido algo exclusivo de El Salvador y lo hemos visto, quien lo pida, nosotros vamos a ser un libro abierto para poder transmitir todo lo que nos ha llevado hasta acá, pero sobre todo haber decodificado esa perversidad del sistema de justicia penal que había donde el centro de gravedad de ese sistema perverso eran los derechos del imputado, del criminal y no de la sociedad, haber movido ese centro de gravedad es donde las cosas empiezan a cambiar, eso requiere valentía.

¿Cómo lidian con el tema de los Derechos Humanos?

El centro de gravedad en este país cambió, nuestro foco no son los derechos de los imputados, nosotros nos debemos a la sociedad que son la mayoría, mas del 97% de este país apoya lo que estamos haciendo en el tema de la guerra contra las pandillas y eso nos van dando como gobierno la legitimidad de todo lo que esta haciendo, ellos van a seguir con sus cantos de sirena, a seguir atacando lo que hacemos porque ellos desgraciadamente vivían de la sangre de las personas inocentes que morían a manos de estos criminales, ellos están enamorados de los criminales y eso acá no tiene cabida

¿Ustedes están en disposición de brindarles información de lo que pasa con los privados de libertad a los Derechos Humanos?

No, no, ya tuvieron 20 años y lo único que hicieron fue desgracia para la sociedad, someter a más de 6.2 millones de salvadoreños a merced de estos grupos terroristas, por andar los gobiernos anteriores haciendo lo que ellos les decían que hicieran y esa receta perversa que han dejado en muchos países de Latinoamérica es lo que nos convirtió en un país secuestrado por terrorista con un estado paralelo que tenían que era mas eficiente, acá jamás vamos a volver a tenerles un tipo de atención.

¿Por qué siguen sin visitas los privados de libertad?

No hay que confundir. En la ley el régimen de visitas para estructuras terroristas está prohibida, no tienen ese beneficio y lo que sucedió en las cárceles comunes fue por la pandemia, eso nos llevó a ese cierre, son temas que paulatinamente se van ir relajando o regresando a como estaban antes, pero no es el régimen de excepción.

¿Pero sí les permiten enviar paquetes, el Estado no les garantiza a los presos la comida y vestuario?

Pues es parte de todos estos protocolos, son cosas para aseo personal. Si la familia les puede llevar sus artículos de limpieza, esta bien, pero nosotros en el sistema tenemos producción de camisetas, pantalones, calzonetas, zapatos, pero si la familia a un reo común le quiere llevar algo pues pasa por los controles. La comida se las garantizamos.

A parte de ustedes, nadie ha entrado a las cárceles a ver el día a día de los pandilleros ¿Cómo es un día de ellos como presos?

No, no, fijate que ese tipo de cosas no nos interesan, el tratamiento de reos es con estándares mundiales y esos se aplican, lo otro de permitir cámaras y eso creo que nosotros tenemos una estrategia clara de nuestra guerra y estamos mandando los mensajes que se deben enviar.