Tegucigalpa, Honduras
Un nuevo reto y una nueva aventura se ha sumado a las actividades que realizan los alumnos del Centro de Educación Básica 4 de Junio, ubicado en la colonia La Esperanza.
Y es que los pequeños del centro educativo fueron capacitados por los analistas ambientales de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente), quienes se encargaron de enseñarles todo sobre las composteras.
Cabe destacar que los desperdicios orgánicos, es decir los residuos de frutas, cáscaras de huevo y hojas secas, se transformarán en unas semanas en abono.
Para Cristopher Espinal, de quinto grado, aprender este tipo de enseñanzas representa una experiencia que jamás olvidará ya que desconocía que por medio de desechos orgánicos se pudiera abonar un huerto escolar o familiar.
“Es importante enseñar a los estudiantes este tipo de trabajos porque son muy fáciles y por medio de ellos pueden desechar aquellos desperdicios que pueden servir de abono orgánico”, dijo Olman Torres, analista de MiAmbiente.
El entrevistado destacó que es de suma importancia que los pequeñitos puedan transmitir el conocimiento y replicar el mensaje en sus hogares, con sus vecinos y amigos.
Nuevo desafío
Por su parte José Favio Sojo, coordinador del departamento de Educación Ambiental de MiAmbiente, expresó su alegría ya que observó buena actitud y talento en los estudiantes a la hora de participar en la realización de la compostera.
“Los veo motivados y eso es bueno, confiamos en que el mensaje será replicado con los demás compañeros”, agregó Sojo.
El grupo ecológico encargado de transmitir el mensaje desde ya comenzó a visitar las aulas de sus demás compañeros para compartir lo aprendido durante la conferencia.
“Vamos a tener un patrullaje en el centro educativo con el fin de que todo esté en orden y vayamos transformando nuestro centro escolar”, concluyó Maribel Torres, maestra guía.
Un nuevo reto y una nueva aventura se ha sumado a las actividades que realizan los alumnos del Centro de Educación Básica 4 de Junio, ubicado en la colonia La Esperanza.
Y es que los pequeños del centro educativo fueron capacitados por los analistas ambientales de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas (MiAmbiente), quienes se encargaron de enseñarles todo sobre las composteras.
Cabe destacar que los desperdicios orgánicos, es decir los residuos de frutas, cáscaras de huevo y hojas secas, se transformarán en unas semanas en abono.
Para Cristopher Espinal, de quinto grado, aprender este tipo de enseñanzas representa una experiencia que jamás olvidará ya que desconocía que por medio de desechos orgánicos se pudiera abonar un huerto escolar o familiar.
“Es importante enseñar a los estudiantes este tipo de trabajos porque son muy fáciles y por medio de ellos pueden desechar aquellos desperdicios que pueden servir de abono orgánico”, dijo Olman Torres, analista de MiAmbiente.
El entrevistado destacó que es de suma importancia que los pequeñitos puedan transmitir el conocimiento y replicar el mensaje en sus hogares, con sus vecinos y amigos.
Nuevo desafío
Por su parte José Favio Sojo, coordinador del departamento de Educación Ambiental de MiAmbiente, expresó su alegría ya que observó buena actitud y talento en los estudiantes a la hora de participar en la realización de la compostera.
“Los veo motivados y eso es bueno, confiamos en que el mensaje será replicado con los demás compañeros”, agregó Sojo.
El grupo ecológico encargado de transmitir el mensaje desde ya comenzó a visitar las aulas de sus demás compañeros para compartir lo aprendido durante la conferencia.
“Vamos a tener un patrullaje en el centro educativo con el fin de que todo esté en orden y vayamos transformando nuestro centro escolar”, concluyó Maribel Torres, maestra guía.