Honduras

Cucarachitas, a toda marcha en la capital de Honduras

Los volkswagueneros se tomaron las calles de la capital para celebrar su pasión y el día mundial de las cucarachitas. Una y mil historias en este auto que viene de la Alemania nazi
29.06.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Aquel pequeño escarabajo al que todos llaman Herbie asoma su número “53” con las elegantes curvilíneas que en 1968 eran la sensación de la pista; le sigue en fila india “El Cuervo” y más atrás viene “El Vocho Blue”, altaneros todos...

Hay fiesta en la ciudad. Como si fuera un designio del destino, los enamorados de los autos Volkswagen celebran su día mundial con una colorida caravana justamente en el año que Hinrich Woebcken, CEO de la empresa VW de América del Norte, confirmara que ya no se producirá más esta especie, cuyo primer modelo se dejó ver en la Alemania nazi de 1938. Hay por qué celebrar...

El claxon a todo vapor

El punto de reunión es el parqueo externo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Ahí van apareciendo los orgullosos dueños. Y nadie se abstiene de mirar estas pequeñas máquinas que tuvieron su apogeo en los años sesenta, la que marcó el surgimiento del movimiento hippie. Por esa época, John Lennon confesó que conducía uno y los estudios Disney lo reclutaron para “protagonizar” una serie de películas hasta 1980...

A pedido de EL HERALDO, Erick Zelaya abre una puerta de su consentido “El Cuervo”. Y ni siquiera hay que pedirle que hable de lo que siente por su cucarachita alemana modelo 1962, él se abre como si hablara de un familiar cercano: “Este es mi juguete... la pasión por las cucarachitas me nació desde pequeño porque cerca de mi casa había un señor que tenía una y me enamoró el diseño, el estilo, y me dije: ‘Algún día voy a tener una...’, y acá está”.

Erick Zelaya pertenece a Volks Club Honduras, una de las cinco organizaciones que desde hace siete años festeja en la capital el día mundial del carro que un día el diario estadounidense The New York Times bautizó como “Beetle”. También hay gente de VW Olds Club, La Fusca Honduras, Street Toys y Enfriados por Aire.

Los motores calientan y las caras enrojecen con el sol, un sol que no ha tenido clemencia con aquel modelo 1973 propiedad del mexicano Juan Sánchez, un administrador de empresas que desde hace nueve años vive en la capital por motivos laborales. Su VW es de color azul cielo y no tiene ninguna modificación; es más, hay partes de la lata que están picadas y así le gusta a él. “Es mi quinta cucarachita que tengo en Honduras y está totalmente original, solamente le bajamos un poco la suspensión para que se viera un poco más aerodinámico”, explica mientras la dirección de su dedo índice nos lleva a la zona de los amortiguadores. Hasta las copas que adornan las llantas son las de 1973. Es una reliquia que hoy costaría unos 120 mil lempiras.

Ya se acerca la hora de iniciar la procesión. A estos pequeños autos que se caracterizan por tener el motor en la parte de atrás les espera un viaje hasta el Parque Obrero y una larga vida por delante. Los cuidan como un padre a un hijo de meses. Como Herick Jereda que mima a su “Vocho Blue”, un pequeño de 46 años, motor 1.6, herencia familiar de una tía. “Hace 22 años me la regaló y le he hecho dos restauraciones... en la última invertí 80 mil lempiras”.

El piquetero de color azul sufrió una transformación total. Y su dueño pudo respirar para contar una anécdota que casi le cuesta un desaguisado: “En 2010 cometí el error de venderla. Me dieron 60 mil lempiras, pero el muchacho que la compró la tenía descuidada y la tuve que recuperar en 2012. Pagué 25 mil lempiras para recuperarla y desde ahí para acá todo ha sido cariño... je, je”.

Se acerca mediodía y Herick Jereda baja los vidrios de las dos puertas, no sin antes confirmar que “si viene un coleccionista, no se lo vendo ni por todo el oro del mundo”.

Llegó el momento de partir. Rugen los escarabajos, los autos que llegaron a dominar el mercado por su resistencia, economía y conveniencia. ¡Claro!, el Volkswagen Karmann Ghia de Juan Carlos Herrera se sale de la norma y su descapotable rojo es el millonario del pueblo. “Es de 1973, de lujo, todo manual?, explica Herrera mientras le da vuelta a la llave y enciende su niño preferido. Allá van los escarabajos. ¡Feliz día!