LA HABANA, CUBA.- La presidenta Xiomara Castro arribó este sábado a La Habana, Cuba, para ser parte de la Cumbre G77+China en la que Honduras espera alcanzar algunos acuerdos.
Tras su participación en horas de la mañana, la mandataria sostendrá varias reuniones con líderes de otros países con el propósito de atraer inversión extranjera al país.
En esta cumbre se espera que Honduras tenga acceso a mecanismos de tecnología para mejorar algunas áreas de producción.
La presidenta propuso en su discurso varios puntos para la unidad de los pueblos y un nuevo orden, entre ellos, acelerar el intercambio comercial.
Entre otros aspectos la mandataria cuestionó “de qué serviría el G77, el Banco Mundial, la Cepal y la Organización de Naciones Unidas sino somos capaces de eliminar los bloqueos y sanciones” en referencia a la situación de países como Cuba y Venezuela.
La cumbre del G77+China, integrado por un centenar de países de Asia, África y América Latina que representan el 80% de la población mundial, comenzó el viernes en La Habana.
El Grupo, creado en 1964 por 77 países, cuenta ahora con 134 naciones. China participa como actor externo.
Representantes de un centenar de países se encuentran en La Habana para asistir a esta cumbre extraordinaria, cuyo tema es el “papel de la ciencia, la tecnología y la innovación” en el desarrollo.
A La Habana han viajado una treintena de jefes de Estado y de gobierno, entre ellos Xiomara Castro de Honduras, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, el de Colombia, Gustavo Petro; el de Angola, João Lourenço; de Ruanda, Paul Kagame; el emir de Catar, Tamim bin Hamad al-Thani, y el presidente palestino, Mahmud Abbas.
También está presente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
En su discurso inaugural, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, cuyo país ostenta la presidencia rotativa del grupo desde enero, pidió un “cambio en las reglas del juego económico internacional”, que calificó de “hostiles al progreso” de los países del Sur.
Varios oradores se refirieron a las desigualdades mundiales puestas de manifiesto por la pandemia de covid-19 y a la necesidad de reducir la deuda de los países más pobres para financiar la transición climática.