Tegucigalpa, Honduras.- No solo concentra el 26% de la población, sino que en esta región se reporta el 62% de la actividad productiva nacional. Se trata del Valle de Sula, ubicado al norte del territorio hondureño y que abarca 20 municipios de Cortés, Yoro, Atlántida al igual que Santa Bárbara.
Al tener la cuenca hidrográfica más importante se presentan constantes inundaciones por los fenómenos meteorológicos a causa de los desbordamientos de los ríos Ulúa y Chamelecón.
En el 2020 las tormentas tropicales Eta y Iota, Julia en el 2022 y recientemente Sara este año, provocaron estragos que dejaron a su paso millonarias pérdidas en materia económica, daños en infraestructura, miles de damnificados y hasta víctimas mortales.
El programa para incrementar la resiliencia ante inundaciones del Valle de Sula en Honduras surgió para reducir el riesgo de las familias vulnerables a través de obras de control de inundaciones, considerando escenarios de cambio climático.
Además, se busca fortalecer las capacidades de planificación de la reducción del riesgo de inundaciones de las instituciones responsables de la gestión del riesgo.
Desde el pasado 22 de mayo y bajo el número de proyecto HO-L1244 fue aprobado el referido programa para el que se suscribió el contrato de préstamo 5875/BL-HO por 20 millones de dólares entre el Estado y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Casi por unanimidad, los diputados del Congreso Nacional admitieron este contrato de préstamo con la organización financiera internacional durante la sesión ordinaria del 9 de octubre.EL HERALDO conoció en exclusiva que a inicios de 2025 y en función al plan de adquisiciones se harán los desembolsos previstos del plan.
Los componentes
La infraestructura para el control de inundaciones es el primer componente del programa al que se destinarán 15.4 millones de dólares mediante el que “se financiará el dragado de canales artificiales ya existentes y tramos de ríos, construcción de muros, reparación de bordas de tierra y mejora de obras de derivación en los canales para reducir el riesgo en los puntos más críticos del Valle de Sula, considerando escenarios de cambio climático en el diseño de las obras”.
“Esta infraestructura incorporará estándares de accesibilidad universal para personas con discapacidad. Se elaborará un plan de operación y mantenimiento detallado para dichas obras”, se subraya en el anexo del contrato de préstamo.
La rehabilitación de los canales Maya, Campín y Marimba así como la ampliación de la sección de la quebrada Chasnigua es el primer subcomponente, que tendrá un costo de 12.2 millones de dólares.
Mientras tanto, el segundo subcomponente —para el que se estima utilizar 3.2 millones de dólares— consiste en el dragado de volumen limitado del río Chamelecón a su paso por La Lima.
Por 1.1 millones de dólares se procederá con el fortalecimiento de la capacidad para la planificación de la reducción del riesgo y para el monitoreo y alerta temprana de las inundaciones.
El sistema de monitoreo y centro de modelación es uno de los dos subcomponentes con el que se financiarán equipos de monitoreo pluviométrico y de caudales como también mejoras de centros de análisis de datos de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) a un costo de $900 millones.
Para el segundo subcomponente serán dirigidos 200 millones de dólares a capacitaciones a instituciones públicas del Valle de Sula, entre ellas la Secretaría de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Sedecoas) y la SIT.
“Los sistemas de información, así como la capacitación, considerarán los temas de género, étnico-racial, personas con discapacidad y LGBTQ+”, se estableció.
La gestión territorial sostenible es el componente tercero para el que se orientarán $500,000 para el financiamiento de consultorías para la creación o fortalecimiento de estructura de gobernanza y la elaboración de estudios y planes, urbanos y regionales con consideraciones de riesgos naturales y cambio climático.
Como componente cuarto y un valor de dos millones de dólares se va a fortalecer la resiliencia de la población más vulnerable ante las inundaciones que consta de tres subcomponentes.
La compra e instalación de equipos de alarmas en los barrios, el desarrollo de aplicaciones y sistemas para alertar a las poblaciones más vulnerables, la creación de comités de emergencia comunitarios y la medida de la resiliencia comunitaria ante desastres consiste el primer complemento valorado en un poco más de $1.2 millones.
Obras comunitarias de mejora de la resiliencia es otro de los subcomponentes con un costo de 471,130 dólares que incluirá la construcción de pequeñas obras comunitarias de mejora de la resiliencia con accesibilidad universal, incluyendo las mejoras de infraestructura de albergues.
Con 313,680 dólares se llevará a cabo el plan de acción para el empoderamiento e inclusión (tercer complemento) en el que se realizarán censos y mapeos georreferenciados de grupos, capacitación en enfoques a comités de emergencia y otras instancias comunitarias, así como el fomento de la organización de poblaciones.
Un millón de dólares serán utilizados en la contratación de consultores para integrar las unidades ejecutoras, los costos logísticos asociados al seguimiento del programa, evaluaciones y auditoría.
Del primero al tercer componente, la SIT será el organismo ejecutor y para el último componente Sedecoas junto con el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS).
Condiciones especiales
El primer desembolso de los recursos del préstamo destinados al primer y segundo componentes está condicionado a que se cumplan a satisfacción del BID condiciones especiales estipuladas.
“Que se haya designado: un coordinador general, un especialista ambiental, especialista de adquisiciones y especialista financiero para el programa; y se haya designado a un especialista social”, se subraya en el literal A de la cláusula 3.01.
Añade que “se haya aprobado el manual operativo para estos componentes, el mismo que deberá incluir los requerimientos ambientales y sociales e incorpore como anexos el Análisis Ambiental y Social (AAS) y el Plan de Gestión Ambiental y Social (PGAS); y el Plan de Acción Ambiental y Social”.
En el caso del componente cuatro, la condición especial es la constitución de una unidad ejecutora con la selección o designación de un coordinador, un analista financiero y un asistente administrativo para el programa”.
El titular de la SIT, Octavio Pineda, informó que las actividades de dragados en el sector de La Lima, Cortés y en los bajos del Valle de Sula habían iniciado 36 días antes de las afectaciones ocasionadas por Sara.
Con las alcaldías municipales que conforman la zona metropolitana del Valle de Sula se debe de coordinar para la ejecución de los fondos asignados al programa que se encuentra en etapa de implementación